Otra vez, diario La Arena de La Pampa vuelve a ser el vehículo por el cual el gobierno de esa provincia cuestiona a Mendoza.
Ahora acusando a los pobladores del sur mendocino de “refrescar” durante los últimos días su reclamo para que La Pampa pague “regalías por el agua mineral que se le entrega”. La Arena lo interpreta de una particular manera: “Es decir, cambiaron el río por un caño y ahora pretenden cobrarnos el agua”. La nota en cuestión no tiene desperdicio:
A principios de los ’90, ríos de tinta y miles de horas fueron dedicados a evaluar, discutir y estudiar aquel controvertido acuerdo político alcanzado entre los gobernadores Rubén Marín y Rodolfo Gabrielli. “La Pampa no se opone al traspaso de Los Nihuiles a nuestra provincia, y a cambio Mendoza se obliga a construir un acueducto desde Punta de Agua a Santa Isabel”, explicaba entonces Gabrielli.
El acuerdo fue firmado el 7 de febrero de 1992 por los gobernadores y ratificado poco después por ambas legislaturas. El pacto fue financiado con recursos nacionales e inaugurado en 1995, dos años después de lo dispuesto en el convenio. Desde entonces abastece de agua potable a poblaciones del oeste pampeano.
Según informó ayer el diario San Rafael, desde hace algunas semanas “los vecinos de Punta de Agua están hablando muchísimo sobre el planteo para cobrar regalías a las empresas productoras de agua mineral y sobre los medidores que se instalan en el Río Atuel para medir el caudal que Mendoza entrega a La Pampa”. En realidad, no son medidores sino “estaciones hidrometeorológicas” automatizadas y no están destinadas a medir el agua sino a registrar datos de clima, aforo y caudales requeridos por la Red Hidrológica Nacional.
“En medio de este debate, en Punta del Agua volvieron a la carga para reclamar que desde 1995 se suministra una dotación de agua potable a las localidades pampeanas de Santa Isabel y Algarrobo del Aguila”, añade el diario. Y cita testimonios que denuncian “el envío de miles de litros de agua potable para abastecimiento humano en el oeste pampeano, sin cargo y sin costo, siendo uno de los recursos naturales más importantes” para Mendoza.
“Llevamos más de 20 años entregando agua a La Pampa. La obra empezó en un sitio, pero como no realizaron el mantenimiento necesario, subieron 1.500 metros agua arriba donde colocaron una toma clandestina y precaria, que no está autorizada por los propietarios de esos terrenos ni tiene los permisos correspondientes”, expresó Juan José Bravo.
Según el periódico, este poblador puntalagüino “anunció la conformación de un grupo para trabajar en esta cuestión” bajo el argumento de que “resulta justo que recibamos una recompensa por este tratado realizado sin consenso del pueblo”.
El acueducto Punta de Agua-Santa Isabel tiene 190 kilómetros de longitud y es administrado por la empresa Aguas del Colorado, responsable de su funcionamiento. Cuenta con una toma de agua de manantial y deshielos sobre el Cerro Nevado, una estación de filtrado en Punta del Agua y cisternas de almacenamiento en territorio pampeano.
Además de aportar agua potable para los centros urbanos de Santa Isabel y Algarrobo del Agua, abastece a unos 60 puestos de la región y a la Escuela Nº 260, de Chos Malal. Desde San Rafael se quejan porque “diariamente se manda agua para abastecer a 6.000 personas, cuando en toda la zona apenas alcanzan a 3.000”.
Estas protestas no resultan una novedad en el sur mendocino, donde ya hubo movimientos similares en varias oportunidades.
