Diario Mendoza Today lo contó hace unos meses: refiere a la preocupación reinante dentro del municipio guaymallino respecto a puntuales exigencias, pago de adicionales en bonos de sueldo, amenazas veladas de perder “privilegios”, y hasta cesantías si los empleados no colaboraban en la campaña que culminó con el triunfo de Marcos Calvente ungido Intendente electo en la comarca.
El dicho fragor, un empleado municipal que decidió participar militando a favor de Luis Petri fue cesanteado apenas 3 días después de cerrados los comicios.
Armando Antonio Sosa no solo fue militante, sino precandidato a diputado provincial junto a Petri, y fue el que grabó un video mostrando los malos modos políticos y personales del intendente Marcelino Iglesias, donde este último al verse que lo estaban grabando y mirando a la cámara lo increpó acusándolo de “filmar para Mendoza Today” (ver al pie).
Sosa sufre en carne propia las consecuencias de no haber aceptado los aprietes políticos en su ámbito laboral tras ser despedido.
Según fuentes consultadas por este diario, el hombre jamás tuvo sanciones de ningún tipo, ni siquiera llegadas tarde, viviendo en Junín, desde donde todos los días hacia el largo trayecto en micro para cumplir sus labores.
Sus compañeros resaltan que Sosa vive una situación compleja debido al estado de salud de su esposa, también militante de la vieja época de la UCR, por lo que su situación actual los golpea fuerte. Consultado sobre su situación, Sosa evitó respetuosamente hacer declaraciones por el momento.
No solo su cesantía habría sido irregular, sino que no cumpliría con las leyes vigentes, lo cual demuestra que el decreto firmado por Iglesias fue más de carácter personal. Total, si hay juicio siempre lo paga el contribuyente.
