Christian SanzPortada

👉 Corrupción en Guaymallén: nombres, datos y otras revelaciones aportadas por un nuevo “arrepentido”

En exclusiva, Diario Mendoza Today logró entrevistar a un funcionario que se hartó del choreo guaymallino.

El pasado 15 de septiembre, Diario Mendoza Today publicó los detalles del choreo en Guaymallén a través del primer arrepentido de esa comuna. Sus definiciones fueron tan precisas como explosivas.

Y complementaron perfectamente la trama de corrupción que ya viene revelando este mismo medio desde hace más de dos años.

Ahora, aparece un segundo arrepentido, quien decidió hablar con este medio en exclusiva por ser el único que sabe publicar los desaguisados del terruño que comanda Marcelino Iglesias.

Lo que dirá a continuación jamás se ha contado. Es escandalosamente crudo y detallado. Y, lo más importante, es irrefutable.

-¿Cuándo arrancó el choreo?

-Los primeros cuatro años de Marcelino Iglesias fueron impecables. Yo estaba en un sector que pertenecía a Obras Municipales y después, por diferencias, paso a Obras por Administración, Todo funcionaba bien, hasta que el secretario de Obras, Marcos Calvente, empezó a traer a su gente, cerca del sexto año de gobierno. Una de las personas que trajo, una persona de su confianza es el ingeniero Ramiro García, ex empleado de una constructora muy conocida. Ese hombre trajo a un amigo de él, y ese amigo se trajo al cuñado de él. Y este Ramiro también trajo a su suegro. Y a otra gente.

-¿Siempre se robó en esa área?

-No, la Dirección de Obras por Administración más o menos funcionaba, porque no se robaban tanto. Compraron en su momento los equipos para hacer asfaltos de calle: una terminadora, una aplanadora, una moto niveladora… todo ese tipo de equipo. Después de eso, trajeron a un ingeniero de apellido Manzano, que siempre estuvo en la parte privada y tenía contactos con empresas privadas. Ahí empezaron los negocios, a través de licitaciones de mezcla asfáltica por miles de toneladas.

-Pero es necesaria la adquisición de ese tipo de material para asfaltar…

-Sí. El problema es que, de todas las empresas que siempre se han presentado para trabajar en Guaymallén, siempre gana una sola: Almarza SA, Es muy amiga de Manzano, que nada tiene que ver con José Luis. Pasaron cerca de 14 licitaciones y no perdieron una sola. Manzano les preparaba las licitaciones y a cambio le pagaban los dueños de Almarza, que son dos hermanos. Incluso para algunas obras de afuera, como La Paz o Rivadavia.

-Todo acomodo…

-Sí, incluso trajeron innumerables capataces y Ramiro García lo puso de subdirector a su amigo Daniel Morales, que es el mismo que trajo a los capataces, con todos los ítems que se te puedan ocurrir para que pueda ganar un buen sueldo. Ahí ocurrió algo grave con el suegro, Juan Carlos Savina, al que pusieron como encargado de Depósito. Un día había dos personas que eran los que recibían los remitos y llega un camión “semi” con hierro para obras. Ese camión lo hacen pasar, le preguntan a Savina y él ordena que ingrese, que él después firmaría el remito. La cuestión es que nunca se firmó el remito y el hierro desapareció. Las dos personas terminaron echados por Ramiro García, porque ellos lo denunciaron por lo sucedido. Luego llegó como jefe de Área, en el laboratorio vial un hombre llamado Julio Gómez, que vivió muchos años en España y al que corrieron por corrupción. Muy amigo de Ramiro García.

-¿Por qué la insistente mención a Ramiro García?

-Porque su nombre aparece en medio de una situación extraña que se dio en el marco de dos licitaciones, una licitación de Premix que es muy buena empresa en hormigón y otra que es muy inferior que es Palumbo, y le concedieron la misma a Palumbo. Cuando alguien le pregunta a Ramiro García por esa situación, este último le dijo que “no meta los dedos en el enchufe”, que se quede piola. Ese empleado insistió y lo sacaron de su cargo para mandarlo a otro lado.

-Bravo ese Ramiro García…

-Y oscuro. Se compró un terreno privado y está motorizando un corralón. Se está armando una mini constructora, él y su y sus socios.

-Volviendo al tema de las licitaciones amañandas…

-(Interrumpe) Otro tema son las provisiones de materiales de áridos para hacer calles.

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo, vos tenés un material que se llama “base”, que es lo que va antes del hormigón o antes de la carpeta de asfalto. Ahí siempre ganaba el mismo. Por algún motivo le bajaron el dedo a la empresa Malentachi, no lo dejaron ganar nunca una licitación. Los titulares de esa empresa siempre decían que era un asco Guaymallén, que no te dejan laburar, que les tenés que dar guita a todos.

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