Hace mucho que la feliz convivencia entre la peronista Flor Destéfanis y la radical Debora Quiroga dejó de ser lo que era. Como reveló Diario Mendoza Today, por motivos que se mantienen en la nebulosa, la titular del Concejo Deliberante decidió escindirse de la intendenta de Santa Rosa.
En ese contexto, Quiroga les dedicó a Destéfanis y su marido una “sentidas” palabras en su muro de Facebook, que tiene más de misterio que otra cosa: “Lealtad. Palabra hermosa si las hay. Sabré yo lo que significa. Me ha tocado lidiar con esa definición. Elegir a quien ser leal: a mi, a quien no lo fué conmigo, a los que no siento que les debo nada si yo pagué todo, a quienes me deben y ni siquiera quiero que me lo agradezcan, con sólo respetarme y llamarse al silencio basta”, arranca el posteo en cuestión.
Y avanza: “Desde el poder es fácil decirle a alguien: traidor. Y si hay poder hay multitud. Y si hay multitud hay ensañamiento. Y si hay ensañamiento hay olvido de dónde vinimos, del llano. Soy un ‘cuatro de copas’ como les gusta decirme. Desahoguen su ira en mí, estoy lista, ya lo viví. Pero no olviden que el enemigo no soy yo. Es el hambre, la falta de vivienda, la desesperación de mucha gente”.
Sin nombrarla, Quiroga le espetó a Destéfanis: “Seguirán siendo una multitud y yo sólo un cuatro de copas con un grupo de amigos que lo único que quiere es hacer las cosas bien, que se hagan las cosas bien y cumplir también nuestros sueños, que también son colectivos”.
Y le preguntó: “¿O acaso hay un “manual de sueños colectivos” que dice que sólo el sueño de los que están en el poder son los que valen? No se preocupen ya por mí, si sólo soy una santarrosina que dió todo, que obviamente quiere algún día también cumplir su propósito, me van a castigar por eso? Acaso yo lo merezco?”.
Más adelante, la titular del HCD asegura haber sido honesta consigo misma “al decidir alejarme, si ya no disfrutaba de lo que hacía, si ya no se sentía acompañada, querida, valorada. No olviden que la lealtad también es MEMORIA. No se ensañen con quién dejó de pensar como ustedes. Con quién siente que no todo está bien, que algo cambió. No pierdan el tiempo en mensajes para mí”.
Finalmente, puntualizó: “El cuatro de copas está en otro camino. Pensando que la lealtad es antes que nada con su propia autoestima, con la gente que la quiere, con el pueblo que la votó y con nuestro Dios Todopoderoso que le dió la sabiduría, la fuerza y la valentía de tomar decisiones a tiempo. Aunque me cueste nuevamente el enojo de quienes olvidan que di todo. No me deben nada ni yo les debo nada”.
