Christian SanzPortada

Una operación de prensa busca demoler la causa por aprietes en el Consejo de la Magistratura de Mendoza

¿Diario UNO jugando para los tipos que buscan quedarse con el manejo de la Justicia? Nada que pueda sorprender.

Christian Sanz
Christian Sanz

La nota no lleva firma. A pesar de la cantidad de aseveraciones y acusaciones que ostenta. El título de por sí hace una afirmación temeraria: “La causa por presuntos aprietes en el Consejo de la Magistratura está a un paso de archivarse”.

Refiere a la explosiva denuncia que hizo el abogado Leonardo Pasccon contra puntuales integrantes del Colegio de Abogados de la provincia por supuestas anomalías en el funcionamiento de la Magistratura local.

Suena inquietante que diario UNO anticipe el resultado de una causa que aún se encuentra en plena investigación, en manos del siempre polémico fiscal Juan Tichelli. ¿Acaso el funcionario judicial adelantó al medio cómo resolverá la causa? ¿Sabrá que se trata de prevaricato? ¿O el periodista que hizo la nota tiene poderes paranormales?

“Numerosos testigos, todos reconocidos abogados (sic), han declarado a lo largo de estos últimos meses, negando la versión de Pasccon respecto a la existencia de presiones, influencias o amenazas por parte de los denunciados o de los miembros del Consejo”, sostiene el UNO.

¿Acaso no escuchó el periodista que hizo la nota los audios que demuestran las presiones denunciadas por el abogado? Esa prueba es mucho más concluyente que cualquier testimonio.

Si aquella evidencia no bastara, solo hay que leer la detallada declaración hecha por el ex miembro asesor de la Comisión Civil del Consejo de la Magistratura, Ulises Morales Termini en la Justicia (ver al pie).

Su solo relato refuta la pretensión del UNO, de que Pasccon no contó con testimonios que respaldaran su denuncia. Y no fue el único. Sólo basta leer el expediente judicial.

Lo antedicho deja bien claro que se trató de una operación de prensa, que no careció de ningún ingrediente para dejarse en evidencia. Incluso ensuciar al denunciante. De manual.

A pesar de no contar con condena alguna, el UNO lo da por culpable de antemano por los delitos de “estafa con criptomonedas, amenazas y violencia de género”.

“Consultadas varias fuentes judiciales, con la sumatoria de denuncias en su contra, de comprobarse los hechos investigados, Pasccon arriesga no sólo su patrimonio y matrícula como abogado, sino incluso su libertad”, sostiene el diario del malogrado Daniel Vila.

¿Cuáles serían aquellas fuentes? ¿De qué ámbito? ¿Cuántas son? Demasiados interrogantes para una acusación muy grave, en el contexto de una nota periodística que, como se dijo, carece de firma.

En realidad, la pregunta del millón es otra: ¿Quién mandó a hacer tal operación de prensa? Cuando se consulta, aparecen muchos nombres, el principal el del todopoderoso director de Asuntos Jurídicos de la provincia, Sebastián Soneira, a la sazón, representante del cornejista portal Mendoza Post.

A este medio no le consta que él sea el titiritero detrás de la opereta, pero podría serlo. Junto con los “sospechosos de siempre”. Justamente aquellos que fueron denunciados por Pasccon.

Hablando de runrunes: se comenta que la persona que “operó” la nota es Agustín Palacios, abogado del Grupo UNO. Ninguna coincidencia. De hecho, uno de los complicados en la trama de intento de cooptación judicial es Marcelo D’Agostino, quien supo ser abogado de Agustín Vila.

Dicho sea de paso, hay que ponerse una mano en el corazón: ¿Realmente alguien duda de que existieron las presiones denunciadas por Pasccon?

No se trata sólo de los audios mencionados, publicados oportunamente por Diario Mendoza Today, sino de lo que dicen los propios funcionarios judiciales en “off the record”.

Ni siquiera es algo nuevo, ni novedoso: sus quejas llevan años y años. ¿Acaso hará falta que este cronista rompa el “off” y revele sus nombres?

El teléfono celular de quien escribe estas líneas ostenta el testimonio de media docena de fiscales y auxiliares que, no sólo confirman lo denunciado por Pasccon, sino que agregan más detalle… y escándalo.

Básicamente porque mencionan nombres de reputados referentes de la política. De primera línea. Que llegan hasta lo más alto del poder. ¿Ello también es todo mentira? ¿Habrá una mega confabulación orquestada por extraterrestres?

Ciertamente, lo que hizo el UNO es muy grave. No sólo porque ha desinformado a sus lectores, sino porque además —sobre todo— operó a favor de los delincuentes de guante blanco. Aquellos que buscan cooptar los organismos que manejan la Justicia en la Argentina.

Como bien diría Coti Sorokin, “nada de esto fue un error”.

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