Christian Sanz

🖕 El caso Janina Ortíz y la inagotable hipocresía de la política y los grandes medios de Mendoza

Los que viven callando la corrupción oficial, ahora se rasgan las vestiduras. Por Christian Sanz, director periodístico de Diario Mendoza Today.

En las últimas horas, la Cámara de Diputados de Mendoza recibió un pedido de informe sobre la situación procesal de la diputada de La Unión Mendocina, Janina Ortiz, quien había sido sometida a un desafuero luego de que la Justicia solicitó el permiso al Poder Legislativo provincial para investigarla en el marco de una causa por presunto fraude a la administración pública.

El proyecto de resolución fue presentado por el presidente de la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC), Franco Ambrosini (UCR), quien contó con las firmas de los miembros del bloque radical y parte de los integrantes del LUM. “Es necesario que el órgano jurisdiccional proporcione información actualizada sobre las causas para las cuales se concedió el desafuero”, señalaron los legisladores respecto del curso que tomaron las averiguaciones sobre los dos expedientes que se abrieron en su contra.

La medida provocó la usual catarata de opiniones en redes sociales, donde la política a pleno se rasgó las vestiduras para pedir que Ortiz se deje de “dar vueltas” y se someta a la acción de la Justicia.

Los medios hicieron lo propio, con editoriales rimbombantes y estruendosas, entre las cuales se destacaron las de Mendoza Post y el Memo-lotudo, con Santiago Montiveros a la cabeza. El operador Ricardo Montacurro —perdón, Montacuto— hizo lo propio, pero ahora desde Diario UNO, bajo las órdenes del incombustible Daniel Vila.

Como puede verse, los sospechosos de siempre se pusieron de acuerdo para lapidar a la malograda Ortíz y pedir que vuelva el republicanismo a Mendoza. De no creer.

Ciertamente, la mujer de Daniel Orozco tendrá que dar las explicaciones del caso y, en caso de no satisfacer los requerimientos Judiciales, deberá ser condenada con toda la furia. De ello no hay duda.

La discusión no pasa por allí, sino por otro lado: ¿Qué onda con la corrupción en otros municipios mendocinos? ¿Por qué los medios y la política no hablan de ello? ¿Se puede ser más caradura e hipócrita?

El caso de Guaymallén es emblemático: robo de materiales, ñoquis, funcionarios millonarios, licitaciones direccionadas, violaciones, favores sexuales para ingresar a la comuna, etc. Casi no hay delito del Código Penal que no se cometa en la comuna que domina el “Don Juan” Marcos Calvente.

Pruebas hay a rolete: las viene publicando Diario Mendoza Today sin que nadie pueda refutar una solita de ellas. Documentos, no testimonios. Expedientes completos que harían sonrojar al mismísimo Gordo Valor. 

No es el único caso: los demás departamentos tienen sus propias mugres, que ahora mismo se corporiza en millonarios contratos vendimiales, tal cual viene revelando este mismo medio.

Y otra vez: ¿Los medios? Bien, gracias. Hablando de pelotudeces. Solo enfocados en seguir golpeando a la ya golpeada Janina Ortíz.  Es lo que manda la pauta oficial, siempre millonaria.

Basta observar que la golpiza arrancó luego de que Orozco decidió romper con Cornejo e irse a las filas de la hoy fantasmal Unión Mendocina. Se ve que antes de que ello sucediera, la mujer era más buena que una maestra jardinera. Es todo tan obvio que da pavor.

Uno lo viene señalando, y no se cansa de decirlo: los medios de Mendoza asquean. Salvo honrosas excepciones, que se cuentan con los dedos de una mano.

Los demás hacen honor a aquella frase que alguien alguna vez escribió en una desgastada pared en forma de grafiti: “Nos mean encima y los medios dicen que llueve”.

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