👩‍🚒 Escándalo con los bomberos de Las Heras, curro en el Cerro de la Gloria y ¿hay infiltrados en la protesta policial?

Lo que ocurre en estas horas con la policía de Mendoza no debería sorprender: es la gota que rebasó el vaso. La tapa de la olla a presión que terminó volando por los aires. No se trata de la queja de uno o dos uniformados, sino de miles de ellos, que se han agrupado en tres grupos de Whatsapp a efectos de hacer catarsis y compatir su derrotero.

Argumentan que sus salarios son bajos y que no tienen los elementos necesarios para hacer su trabajo. En el mismo sentido, sostienen que sus jefes los ignoran. La cosa se puso complicada en algún momento, con amagues de feroces medidas de fuerza, pero no pasó a mayores. Por suerte.

De hecho, ahora mismo se abrió una grieta entre dos grupos: aquellos que buscan el diálogo con el Gobierno y los que impulsan hacer un paro, lo cual está prohibido por ley.

Desde el Ejecutivo provincial sospechan que hay alguna animosidad política detrás de este último grupo. No están errados: hay puntuales infiltrados. Pero son los menos.

Sea como fuere, algo tendrá que cambiar. De lo contrario, seguirá habiendo sangría de policías en la provincia y cada vez se verán menos postulantes para ingresar a la fuerza. Como ocurre en la actualidad.

“Yo entré en el año 86 a la institución, terminabas el curso y te salía el contrato por tres meses, y si no te mandabas ninguna macana a los tres meses aparecía el nombramiento. Eran cursos excepcionales”, explicó a Diario Mendoza Today un policía ya retirado.

Acto seguido, explicó que la merma que se vive en estas horas arrancó de 2010 en adelante, “porque los que se retiraron siempre fueron más que los que ingresaban, ya que se recibían de auxiliares unos 100 a 180 luego de un año de escuela, y los nombraban a veces a los 6 u 8 meses después y no a todos ya que algunos los nombraron 2 años después y les dieron la baja por exceder la edad de ingreso”.

Para la fuente, esto es así “desde la reforma de Cazabán, que fue lo más nefasto que le pasó a la fuerza policial (…) Desde allí venimos de mal en peor y acá hace falta volver a las bases para enaltecer la función y que la política deje de meterse y contaminar todo lo que toca”.

No es la única fuerza en conflicto en estas horas. En Las Heras, tierra fértil para los escándalos, está por explotar uno inesperado, incendiario si cabe. Literal. Refiere a la eyección de media decena de bomberos voluntarios de ese departamento, por animarse a señalar puntuales desaguisados en aquella fuerza.

La corrupción es elocuente y está a la vista: puede verse con la mera observación a su comisión directiva, que permanece hace 15 años en ese lugar de poder. Los puso el comandante Roberto Washington Peña, otro de los que debe ser observados en estas horas. Ladero de otro personaje llamado Enzo Martínez, ambos manejan todo y son millonarios.

Debe mencionarse que en todos los cuarteles de la Argentina se hacen elecciones cada dos años para renovar sus comisiones directivas, pero en Las Heras ello no se permite. Lo grave es que la situación mencionada deriva que no haya movilidades para los bomberos, y ello hace que, eventualmente, muera gente.

“Compran chatarra y la pagan millones. Hay 10 movilidades, pero ninguna funciona”, dijo uno de los uniformados afectados. Y prometió mayores revelaciones en el corto plazo.

No muy lejos de allí, en la Ciudad de Mendoza, se cocina otra polémica, referida a la “entrega” de los negocios periféricos del Cerro de la Gloria a un bribón llamado José María Amoretti, dueño de la firma Alcatraz SA.

Se trata de una Licitación Pública que data de junio de 2022 para la Demolición, construcción y explotación comercial de la Unidad de Servicios “El Cerro”, que fue tramitado mediante el expediente digital EX-2020-04069306-GDEMZA-DPP#SAYOT.

Es el curro que finalmente se quedó Amoretti, que culminó en el usufructo del mismo de manera discrecional. El lugar se abre y cierra cuando a él se le canta, comercializa todo “en negro” y hasta se da el lujo de correr a los vendedores ambulantes.

A ello debe sumarse el destrato a sus propios empleados, los cuales tampoco están registrados como corresponde. Uno de ellos lo dejará expuesto, por esa y otras irregularidades.

Se trata de una mujer, en realidad, que fue eyectada el pasado 28 de diciembre luego de comunicar que tenía cáncer de mama. El reclamo hecho a Amoretti es todo un muestrario de irregularidades laborales: empleo “en negro”, sobre explotación, falta de pago de aportes y contribuciones, etc.

Finalmente mencionar un último quilombo, que está a punto de explotar en Luján de Cuyo. Por la usurpación de un terreno municipal para hacer una playa de estacionamiento por parte de Mamba SA, firma sinónimo de Chacras Park.

A continuación puede verse la carátula municipal de la usurpación, sobre la cual habrá más novedades durante la semana que comienza. Es una promesa.