🤔 Entre la escandalosa pauta oficial y las sospechas de De Marchi de que le hicieron trampa en las elecciones mendocinas

No lo dicen públicamente. No al menos por ahora. Pero están seguros: les han hecho trampa en las últimas elecciones mendocinas. Puntuales referentes de La Unión Mendocina acopian datos y más datos en tal sentido.

Por caso, refieren que en Tunuyán se han anulado cientos de votos que los podrían haber beneficiado. Por eso, solicitaron a la Justicia suspender el escrutinio definitivo debido a supuestas irregularidades “en los protocolos de la trazabilidad de las urnas”.

No lo lograron: rápidamente, la Junta Electoral desestimó el pedido argumentando “la inexistencia de problemas en la entrega y custodia de las urnas”.

Como un dogma de fe, aseguraron que las mismas “fueron debidamente recibidas” por el organismo, “en tiempo y forma”. Ninguna prueba, pero habrá que creer.

Desde el espacio de Omar De Marchi mastican la bronca y anticipan que insistirán en su reclamo. No solo a nivel judicial, sino que además instalarán el tema a través de los medios.

Las sospechas, como se dijo, recaen en los “votos nulos”, que llegaron a la friolera de 35.850. Un 3.53 % del total.

Como es sabido, el “nulo” es un voto “mal realizado” en una elección, al punto que acarrea su nulidad. Puede ser accidental o intencional. Son varias las circunstancias capaces de anular un voto, una de ellas escribir en la boleta palabras, marcas, tachaduras, etc.

Desde LAUM creen que hubo una acción deliberada para convertir en nulos votos que no lo eran, agregando tachones y marcas similares. Todos ellos, sospechan, beneficiaban a De Marchi.

No obstante, aunque así fuera, al lìder de LAUM no le habrían alcanzado los votos para ganarle a Alfredo Cornejo. Por eso, cree que hubo algo más, relacionado con la presunta manipulación de las urnas.

En tal contexto, no fue casual el comentario de De Marchi a la hora votar hace justo una semana, cuando señaló que “han habido ciertas trampitas” y que “han intentado articular cosas en estas horas producto de la desesperación por perder”. Habrá novedades al respecto durante los dìas venideros.

Hablando de la campaña política, volvió a ponerse sobre el tapete la discusión por la escandalosa publicidad oficial que el gobierno de Mendoza le ofrece a media docena de medios provinciales.

Se trata de miles de millones de pesos, cuya precisión es brumosa. Beneficia a portales web que se han dedicado a encubrir las fechorías del cornejismo al tiempo que avanzaron en campañas sucias contra sus oponentes. Mendoza Post, MDZ, El Sol, Memo-lotudo, Diario UNO y otros, son los que encabezan aquella nómina.

Infructuosamente, la diputada demócrata Mercedes Llano viene requiriendo por carriles formales que le muestren las planillas correspondientes a esa erogación, pero no le dan nada de nada.

Sin embargo, más temprano que tarde todo ello se hará público, con el consiguiente escándalo. Porque es dinero de los impuestos de los mendocinos utilizado para hacer política. Se distribuye a través de diversos canales: a través del pago a las sociedades que constituyen los propios medios, a través de sociedades fantasma y en efectivo.

Un caso emblemático es el del clan Terranova, que “atiende” por varias ventanillas a efectos de hacerse con miles de millones al año: Publicidad Sarmiento, OSD (allí cobran hasta pauta en el exterior del país), Frecuencia Digital (MDZ radio), Territorio Digital (MDZ), OTI (Orly y María Terranova), OSP SA y la nueva estrella GOSD Entertainment, donde el Gobierno de Mendoza pone pauta publicitaria para que Orly haga de DJ. Como puede verse, el choreo es superlativo.

Sin mencionar las sociedades “fantasma” de Estados Unidos, los testaferros en aquel terruño, los negocios, propiedades y colección de autos, muchos de ellos a nombre de empleados, etc.

Como se dijo, es la punta del ovillo de un escándalo de proporciones que, más temprano que tarde, se destapará en la provincia y se llevará puestos a los dueños de varios medios. Los usuales “Montacuto de la vida”.

En dicho marco, habrá más novedades para este boletín.