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El director del Servicio Penitenciario hizo mea culpa por el ataque a Ríos: “Nosotros somos los principales responsables”

“El diseño del dispositivo final fue malo porque no se controlaron los puntos de requisa” afirmó Eduardo Orellana, sobre cómo fue la custodia del agresor de la fiscal Claudia Ríos.

Eduardo Orellanadirector general del Servicio Penitenciario, reconoció que hubo una falla humana en la custodia del reo que agredió a la fiscal Claudia Ríos en medio de un juicio. “En primer lugar la responsabilidad mayor cae sobre el Servicio Penitenciario, que es responsable de llevar las personas detenidas ante la autoridad judicial que la requiera”, dijo a Radio Mitre Mendoza.

“El traslado se realizó con personal especializado, con requisas efectuadas en tres puntos. En alguno de esos tres controles hubo una falla humana respecto al control de la calidad. Eso ocasionó el hecho que conocemos, corrió riesgo la integridad física de la doctora Claudia Ríos y otras personas que estaban en el lugar. Gracias al accionar de la doctora y el personal que se conlleva en el lugar en segundo término, no pasó nada más grave aún pero la responsabilidad es que a pesar que hay protocolos, tecnología, directivas y capacitación y hay entrenamiento, en esa cadena de custodia han cometido una falla humana.

“En Almafuerte intervinieron 5 personas, en el traslado vinieron 7, en el Polo lo requisaron dos personas, a la subida de la audiencia fueron 5, se agregaron 3 más. El problema de todo eso, el dispositivo existe, la previsión estaba, la clasificación se tenía, el diseño del dispositivo final fue malo porque no se controlaron los puntos de requisas que se hicieran efectivamente y después a mi criterio hubo una diferencia clara entre la traslación de la calidad del personal instruido que fue a la audiencia y la peligrosidad de la persona. Esa responsabilidad es total de diseño del servicio penitenciario, que somos los que tenemos que garantizar la seguridad. Los principales responsables somos nosotros. Podrían haber habido otras alternativas, hacer la audiencia en otro lugar, podría haber sido virtual, podría haberse aceptado la sugerencia que la persona permaneciera esposada pero nosotros somos los principales responsables, y atribuirle a una falla humana que es lo que estamos investigando quien de toda esa cadena de custodia no cumplió cabalmente con la tarea.

-Con tres requisas nunca se detectó esa faca ¿en qué momento tal vez la obtuvo? ¿Cuántas personas estuvieron en el traslado?

-Faca, ese término, es un elemento irregular que termina en punta, con un mango hecho artesanalmente con una tela que puede haber ingresado en alguna cavidad de esta persona y que pasó sin sonar los detectores de metales, el paleteo que se le realiza, a nosotros nos está prohibido revisar las cavidades de las personas. Si hubiésemos tenido dudas, alguno de esos sensores hubiera indicado, tendríamos que haber solicitado la presencia de un profesional médico para invadir, revisar cavidades.

“Depende la calibración que hayan tenido los sensores. Si lo ponen sensible suena por todo, si lo regula a una sensibilidad que permita cierta tamaño como un celular, ese aparato podría haber pasado porque la mayor parte podría haber estado en el cuerpo. Eso es motivo y análisis de la revisión que hay que hacer para ver cuál es la falla. Puede que el sensor sonó y no le dieron importancia, que no estaba calibrado bien, todo eso estamos revisando porque la cantidad de personal asignado como asimismo la calidad del personal que participó en el traslado hasta el Polo Judicial, es personal especializado para estas personas, finalmente termina como termina.

-¿Por qué no estaba esposada y cuáles son las reglas?

-La disposición del servicio es que toda persona que egresa a un establecimiento penitenciario autorizado por un juez tiene que ir con medidas de sujeción, las esposas metálicas, en la presencia del tribunal se advirtió a la autoridad que era conveniente en este caso que la persona, las cuatro, permanecieran esposadas. Eso fue así durante varios minutos, hasta que las personas se quejaron, los presos, que querían ir al baño y porque no les sacaban las esposas. Ahí se ordenó que se las retiraran, una decisión que tomó el juez y a partir de ahí se fueron sucediendo los hechos en poco tiempo. 

-¿Puede haber sido allí cuando se sacó este elemento?

-Lo que manejamos es que fue ahí porque en la declaración de uno de los custodias fue que al orinar observó que la persona se bajaba los pantalones, entonces creemos que ahí puede haber utilizado ese momento para sacar el elemento. Eso está en investigación.

-¿Cuántos participaron en total en el operativo? ¿Quién es el responsable de controlar estos detectores?

-Al momento de la audiencia había 5 personas y un superior. En el traslado participaron chofer y custodias en dos vehículos, 5, 3 requisaron en Almafuerte, 2 los requisaron en el Polo Judicial. Hay jefes que tuvieron que participar en el control, oficiales de menor rango y después está la gente de tecnología que es la que regula los dispositivos. Todas estas personas están en investigación.

-Dijo que fueron al baño, uno se bajo el pantalón, ¿revisan los baños antes de una audiencia?

Por prevención debería hacerse. Tanta sala uno nunca sabe qué sala le va a tocar, lo dicen un rato antes de subir. La seguridad del Polo está diseñada para que no tengamos estos problemas. El Polo es lo más seguro que puede haber diseñado Mendoza para estas situaciones. Tiene tecnología, protocolos, personal asignado. Acá hubo una falla humana que desencadenó todo.

-¿Ha puesto su renuncia a disposición por este hecho?

Mi renuncia está todos los días desde hace 10 años. Cuando lo consideren oportuno, no tengo problemas.

-¿Para presos hay alguna celda de blindex?

-No.

-¿En qué condiciones está el agresor?

El agresor está en su celda, en un pabellón de alta seguridad, sigue con prisión perpetua. Acá la modalidad hubiera sido más fácil si era virtual. Nosotros podríamos haber sugerido eso. Eso también estamos investigando porque el jefe del dispositivo toma conocimiento de esta audiencia y no sugirió, y si lo hizo qué se le contestó.

“La virtualidad se usa en caso de presos peligrosos, en otros casos, en audiencia menor también. Hay muchas formas para solucionar esto, lamentablemente termino en esto.

“El agresor creo que vive con otra persona en la celda.

-Se reunió con los ministros de la Corte ¿ha pedido algún tipo de modificación?

El hecho es grave y nosotros somos los responsables. Había otras formas de solucionarlo, lo hemos expresado, hemos hecho sugerencias, estamos realizando nuestra actuación, somos autocríticos, identificando a los responsables.

-¿Hubiera recomendado la virtualidad?

-Sí, lo hubiera hecho, pero es algo que lo tiene que aceptar la autoridad judicial. Nosotros sugerimos como sugirió el custodio que permaneciera esposados.

-¿La fiscal había actuado en alguno de los casos del agresor?

-Desconozco. La persona tiene cuestiones psiquiátricas relevantes también.

“Ni pasó esta situación, la entrevisté a la persona, al agresor, y me manifestó que tenía un problema con su hija, hace 4 meses que no la puede ver y que la única forma de llamar la atención para que le traigan a su hija, le pareció que era esa. Una versión bastante rara.

-La semana que viene si hay una audiencia con un preso peligroso ¿Cómo será el operativo?

-No será el mismo, si no aprendemos de los errores, estamos condenados a repetirlo, no será igual.

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