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Mientras la política juega, los estudiantes bonaerenses son violentados por la delincuencia

Los discursos bonitos y las promesas sin sustento claramente no van a cambiar el panorama de agresividad, donde la gente lucha por sobrevivir cuando sale de su casa, porque parece que la delincuencia sigue ganando terreno y nada se hace al respecto.

La conmoción por el asesinato de Morena Domínguez en manos de motochorros duró apenas unas horas. Todo el arco político se mostró consternado, adelantando el cierre de las campañas electorales y después nada, el silencio absoluto.

La nena de 11 años iba al colegio, fue asaltada y golpeada, todos hicieron política con eso, hablando de la inseguridad que se vive en Provincia de Buenos Aires, sirvió para las elecciones primarias, pero no para mermar la violencia y la delincuencia.

Los discursos bonitos y las promesas sin sustento claramente no van a cambiar el panorama de agresividad, donde la gente lucha por sobrevivir cuando sale de su casa, porque parece que la delincuencia sigue ganando terreno y nada se hace al respecto.

El ministro de Seguridad bonaerense está desaparecido. Muy poco habló Sergio Berni luego del bochornoso acto “superheroico” que terminó con una paliza de parte de los choferes de colectivos, aquellos que palpan la inseguridad como pocos.

Ni hablar del ministro de Seguridad nacional, Aníbal Fernández, que más que un funcionario juega un rol político y solo sabe dar discursos golpistas, como aquel en el que advertía que si llega a ganar Javier Milei la presidencia va a correr sangre y van a haber muertos.

No suman nada, por el contrario, ambos restan, uno por omisión, el otro por acción. Al fin y al cabo, los bonaerenses están librados a la buena de dios, como se dice, y finalmente pasó lo que iba a terminar pasando más tarde o temprano.

Una nena de 12 años se dirigía al colegio y fue asaltada por motochorros en La Plata. Lo propio pasó en Ezpeleta, cuando un menor se dirigía junto a su padre a la parada del colectivo, también se encaminaba hacia la escuela.

Esto demuestra que no se necesita ir bien vestido ni tener importantes pertenencias para ser asaltado,  porque más allá de un celular y unos pocos pesos, ¿qué puede tener un chico que va al colegio? ¿Qué tan práctico y redituable es robar una mochila con manuales y útiles escolares?

Por otro lado, también queda demostrado que no hay un horario, que pueden robarte a plena luz del día o peor, golpearte y matarte, aún cuando el costo-beneficio no tiene correlación para el delincuente, porque ya se trata de robar por robar… y de matar por matar.

Un delito cada tres minutos se comete en la provincia de Buenos Aires en promedio, según datos del propio ministerio de Seguridad provincial. 20 por hora, 480 por día. Algo así como 14.400 delitos por mes.

Pero Berni sigue desaparecido, no hace declaraciones al respecto, no informa ningún plan de seguridad y sus intenciones de llegar a la presidencia claramente quedaron truncas. No puede mostrar un solo logro en su gestión como ministro de Axel Kicillof.

No hay ningún plan para construir cárceles, las comisarias se caen a pedazos, los policías corruptos en muchos casos no solo son premiados sino incluso ascendidos y en la pandemia el Gobierno de Alberto Fernández liberó a miles de presos, y no solo ladrones “minoristas”, sino delincuentes violentos, muchos de ellos sumamente peligrosos.

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