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El Banco Mundial reconoció a Mendoza por su gestión en materia educacional

“Gestión con evidencia: fluidez lectora y alfabetización, la experiencia de Mendoza”, se titula el informe emitido por el organismo internacional.

En Argentina la educación se encuentra en una grave crisis que parece empeorar con el tiempo, sobre todo en los resultados pertenecientes a materias como matemática y lengua, con índices altos de deserción escolar y hasta perdida de día de estudios.

En ese contexto, en la provincia de Mendoza, parece que los números son destacables, ya que según el Banco Mundial, la educación mendocina merece ser resaltada por los resultados positivos que se han exhibido al respecto.

Gestión con evidencia: fluidez lectora y alfabetización, la experiencia de Mendoza”, se titula el informe emitido por el organismo internacional, en donde se destaca que su objetivo principal fue mejorar la fluidez lectora y la alfabetización de los estudiantes, implementando políticas educativas basadas en evidencia. Especialistas del Banco Mundial como María José Vargas, economista de la Práctica Global de Educación, y María Eugenia Bonilla, líder del Programa de Desarrollo Humano para Argentina, Paraguay y Uruguay, pusieron de manifiesto el gran esfuerzo realizado por Mendoza, que hace algunos años se comprometió a que todos sus estudiantes aprendan a leer y hoy pudo hacerlo realidad.

Uno de los elementos que permitieron a Mendoza recibir este reconocimiento fue la decisión de mantener las puertas de las instituciones educativas durante la pandemia, ya que a fines de 2020 se convirtió en una de las primeras provincias en hacerlo incluso ante la mirada pesimista del Gobierno Nacional, permitiendo de esta manera que la educación siga su curso.

Otro factor fundamental ha sido el sistema de seguimiento nominal de los alumnos, implementado desde 2016. Esto aportó información precisa sobre el rendimiento y las necesidades de los estudiantes, permitiendo tomar decisiones basadas en datos estadísticos, con las que se diseñaron políticas y propuestas educativas adaptadas a las necesidades específicas de la población escolar de la provincia.

Por último, el “Censo de Fluidez Lectora”, una herramienta consiste en evaluar a todos los estudiantes de primaria y secundaria, solicitándoles que lean en voz alta durante un minuto para medir su capacidad lectora. Esta evaluación combinada con el sistema de seguimiento nominal ha permitido identificar las áreas más débiles en el aprendizaje de los estudiantes y desarrollar propuestas concretas para corregirlas y mejorarlas.

El éxito de estas políticas se reflejó en los resultados del Censo de Fluidez Lectora 2022: el 59% de los estudiantes de los sectores más vulnerables avanzaron de nivel, y todos los estudiantes mejoraron sus aprendizajes, reduciendo las diferencias de resultados según la vulnerabilidad, el ámbito, la gestión y el género. En línea con los importantes resultados, se aprobó la Ley Provincial de Alfabetización (Ley 1438), que institucionaliza el censo y su uso como una herramienta de gestión fundamental para mejorar la calidad y la equidad educativa.

Como contrapartida, a nivel nacional la situación educativa es altamente preocupante: los resultados de las Pruebas APRENDER 2022 para estudiantes de secundaria mostraron otro retroceso en las calificaciones, con un 43% que no alcanza conocimientos satisfactorios en lengua y un 82,4% que no llega al satisfactorio en matemática.

Esto se combina con un calendario escolar castigado por la acumulación de paros docentes, jornadas de formación, feriados nacionales y provinciales que hacen perder valiosos días de aprendizaje a millones de niños, niñas y adolescentes: Padres Organizados denunciaron que de las 18 semanas de clases previstas en la Provincia de Buenos Aires, sólo se dictaron 5. También preocupan los casos de otras Provincias como Santa Cruz, Chubut o La Rioja, que han acumulado semanas enteras sin clases.

Sin embargo, el caso de Mendoza muestra que es posible encontrar soluciones efectivas y generar resultados positivos en medio de esta crisis. Garantizar el calendario escolar, hacer un seguimiento nominal de los alumnos e implementar estrategias focalizadas han sido elementos clave en el éxito educativo de la Provincia.

Si bien el camino hacia una mejora educativa a nivel nacional es largo y desafiante, el caso de Mendoza brinda una esperanza tangible y una hoja de ruta para comenzar a abordar la catástrofe educativa en Argentina. La educación de los niños y jóvenes es una responsabilidad compartida y no podemos perder más tiempo.

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