Cristina quiere salvar a Máximo mientras Malena socializa responsabilidades
Por Fabián Quintá, agencia Nuevas Palabras.
En la interna peronista, Cristina Kirchner no brindó un discurso para el PJ, apenas se lo dio al kirchnerismo, para evitar que le sigan dando palos a su hijo Máximo, mientras que Malena Galmarini, “socializa responsabilidades” por la debacle del gobierno que integró su marido, Sergio Massa.
“Cuando dije que cada dirigente tenga en su mochila el bastón de mariscal, no era para que se lo den por la cabeza a otro compañero, era para tomarlo y lograr que la gente pueda vivir mejor”, dijo Cristina en el acto de Quilmes, tratando de zanjar la división que se ha generado al interior del kirchnerismo entre su hijo, Máximo y el resto de La Campora, contra el gobernado Áxel Kicillof, el Andrés Larroque, y un grupo de intendentes.
Esto queda claro porque nadie sale a defender a Alberto Fernández, Marín Guzmán, o alguien del gobierno del que Cristina Kirchner formó parte. Sino, bastan los dichos de la diputada Agustina Propato, que directamente desconoce la gestión entre 2015 y 2019 que, entre otras cosas, la llevo al Congreso.
“Tenemos una enorme responsabilidad como oposición, que es discutir el país que queremos reconociendo lo que hicimos, lo que nos faltó y mirando para adelante. Siempre hay que mirar para adelante», dijo la ex mandataria, pero se abstuvo de cualquier autocrítca.
Unos días antes, desde el Frente Renovador, la ex titular de AySA, Malena Galmarini, sostuvo en “Radio con Vos” que desde el Gobierno de Javier Milei “están haciendo cosas que deberiamos haber hecho nosotros, como ordenar el Estado”.
“Cuando yo veo que en AySA están echando gente, yo veo que con 300 o 400 empleados menos la empresa podía trabajar (pero) para llegar a eso hay que tener esa crueldad”, que supuestamente tiene Milei.
Lo que no se preguntó Malena Galmarini es cómo llegaron a tener 300 o 400 empleados de mas (¡ todo un número!) y además, que a ella la eligieron para presidir esa empresa, y entre sus responsabilidades estaba hacerla funcionar bien.
Pero no quedó allí la esposa de Sergio Massa – quien a su vez sigue postergando la publicación de su libro – avanzó y dijo: “Todos tenemos un poco de responsabilidad. Yo también tengo mi cuota parte”, y al ser consultada ¿por que no se dieron cuenta antes? aseveró que: “uno se va acostumbrando a lo que te queda cómodo”.
Tal vez a ella le quedó cómodo ser presidente de AySA, evitar reducir o racionalizar los planes sociales, para no perder votos, pero de seguro que a la gente no le quedaba cómodo viajar en un cada vez peor servicio ferroviario, o esperar un “Ahora 12” para comprarse zapatillas, o un “pre viaje” que nos mantenga en la clase media
En medio de este panorama, Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, advirtió que: «No se puede pretender representar a la oposición diciendo lo mismo con la misma gente».
«En los últimos años vimos muchos actos donde ella dice lo mismo. Cristina habla del ‘bastón de mariscal’, pero cuando pensás distinto te cortan el bastón de cuajo», dijo Gray en declaraciones a CNN y denunció que desde dicho espacio se excluye al que piensa distinto: «La Cámpora pretende que sectores como el mío no opinemos y nos callemos y lamento informarles que voy a opinar sobre todos los temas».