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¿Agua o minería? Estrategias a corto y largo plazo en Mendoza (y el papel de los medios locales)

Intentando poner luz a ciertos aspectos sobre la minería que algunos medios callan. Por Luis Rossi, desde la redacción de Diario Mendoza Today.

Desde hace ya varios años, ciertos medios de comunicación de Mendoza, con mucha predisposición para recibir pautas oficiales y especialistas en colaborar con los lobbies del momento, vienen bregando por la imposición de la industria minera en la provincia.

Al principio lo hacían solapadamente pero como ya se les notaba demasiado, en los últimos tiempos lo hacen sin tapujos ni vergüenza acompañando determinados intereses. Tal es así que algunos periodistas de esos medios sólo se dedican casi exclusivamente a publicar o difundir información a favor de la implementación de la minería ¿raro no?

Como medio independiente y “no dependiente”, Diario Mendoza Today puede dar nuestra opinión sin temor a que algunos sectores se den por aludidos o se incomoden con su posición.

Analicemos un poco los argumentos esgrimidos por los promineros.

La primera justificación que manifiestan está basada en el gran número de puestos de trabajo que generaría la minería en Mendoza. Aquí es interesante mencionar algo que se puede comprobar fácilmente. Si nos referimos a los puestos de trabajo directos no es tan así, porque las empresas, bajo el argumento de que necesitan mano de obra especializada para desarrollar sus tareas, en lugar de capacitar a personal local, lo que hacen es traer a sus empleados del exterior, los mismos que recorren muchos lugares del mundo donde las multinacionales tienen sus mejores negocios. Si tenemos que citar un ejemplo y donde no se requiere tanta especialización, debemos recordar lo que sucede con las grandes compañías telefónicas: cuando nos comunicamos con los números de soporte nos atienden desde algún lugar de Sudamérica o del Caribe. Esa es una clara muestra de cómo es tercerizado el empleo dejando afuera la mano de obra argentina.

Si a la generación de puestos de trabajo indirectos se refiere, hay algunas limitaciones al respecto. La más importante es que nuestras empresas tienen – y lo seguirán teniendo por un largo tiempo – un acceso muy limitado a la adquisición de los dólares para importar los insumos necesarios para producir, con lo que ven limitada la fabricación de ciertos productos, entre los cuales se encuentran seguramente muchos de los que son requeridos por la mineras¿Qué mecanismo instrumentarán éstas multinacionales para resolver el problema? Sencillo, van a obtener los permisos y habilitaciones necesarias para importar los productos manufacturados directamente, mientras las empresas locales la van a ver pasar.

Otro de los temas controvertidos es el control de las actividades mineras, incluso se les ofrece esa función a los antimineros para tratar de brindar mayores garantías.

En este punto vamos a considerar básicamente dos aspectos. Por un lado el funcionamiento actual de los controles del Estado, donde vemos que muchos de los organismos gubernamentales no son eficientes. Dicho de otra manera: no son capaces ni de controlar correctamente el funcionamiento del transporte público ¿van a poder controlar procesos tan complejos como los de la minería?

Por otro lado y continuando con el tema de los controles, nos olvidamos que vivimos en la Argentina, un país con un nivel de corrupción e impunidad poco visto en el planeta. Obvio que una excepción a la regla pude ser el caso Lobos, pero debe ser el único, porque haciendo memoria desde 1983 a la fecha la impunidad en la Argentina ha sido la reina de todas las reinas, o ya no olvidamos de Mazorín, la Banelco, Boudou, Menem, Once, Sueños Compartidos y hasta ahora algunas causas que involucran a CFK, solo por mencionar algunos ejemplos sin la intención de estigmatizar a nadie, solo basados en los hechos. Entonces ¿quién está en condiciones de asegurar que la corrupción no hará de las suyas en los controles sobre la actividad minera? Claro que creemos en la buena voluntad de las empresas y de la gente, pero los antecedentes nos llevan a desconfiar, y bastante. Para muestra sirve un botón reza el viejo dicho.

Si nos quedan dudas al respecto recordemos los derrames de cianuro en San Juan. Fueron descubiertos casi por casualidad donde indudablemente los controles no funcionaron, como tampoco la responsabilidad de la empresa de comunicar en tiempo y forma. Luego lo de la justicia es tema aparte, ya que a la hora de actuar tampoco dio muestras muy contundentes de buen funcionamiento.

Ahora derrumbemos otro argumento prominero. El del supuesto desarrollo.

Y ya que estamos con el tema de San Juan, no nos vayamos lejos, quedémonos y analicemos a la localidad de Jáchal. Uno de los pocos avances que han logrado los habitantes del lugar es la construcción de una planta de Fabricaciones Militares para surtir de explosivos a las compañías mineras, mientras que por otro lado los que habitan el pueblo no pueden consumir el agua del lugar por el nivel de contaminación y por lo tanto deben adquirir bidones con agua envasada. Quién tenga alguna duda al respecto que se remita a los análisis de agua que realizó la UNCuyo solicitados por la Municipalidad de Jáchal. Y claramente aquí cabe una pregunta obligada ¿cuáles son los avances que se visibilizan en Jáchal gracias al desarrollo de la minería en el lugar?

¿Y qué tiene que ver la política en todo esto de implementar la minería? Para el caso de los privados el tema pasa indudablemente por la posible rentabilidad, pero para los gobiernos de turno solo se trata de incrementar los ingresos por regalías, impuestos, etc. (si es que no se los condonan durante un tiempo como es clásico a la hora de atraer inversiones. ¿Y para qué servirían esos nuevos ingresos gracias a la minería? No es difícil deducirlo por más que desde el Estado se diga lo contrario: para despilfarrar. Porque en lugar de achicar el Estado y equilibrar debe y el haber, en lugar de gastar lo justo y necesario, solo se está buscando como recibir más dinero para incrementar los gastos. Sí, aumentar los gastos y sobre todo los innecesarios, porque si la salud, la educación y la seguridad se vieran favorecidas con esto, la cosa sería un poco más lógica. Pero ya hace años que el Estado ha dado muestras de que esos sectores solo le representan gastos y no una inversión para tener una sociedad mejor, por más que en los discursos afirmen lo contrario. Y si no es verdad, a las pruebas me remito: nivel actual de educación, niveles actuales de inseguridad y problemas diarios en la salud pública.

Por otra parte a la política le interesan solo los ingresos mientras están de turno, ni siquiera tienen una visión a largo plazo, por ejemplo en obligar a las empresas multinacionales a reinvertir sus ganancias en el país, y volvemos al ejemplo de las compañías de telefonía.

Hace unos días se escuchó a algunos periodistas promineros decir que sin el litio y el cobre los mendocinos nos vamos a extinguir. Yo realmente no creo que en Mendoza vaya a pasar eso, para nada. Seguiremos importando y consumiendo lo que venga de las extracciones que se realizan en otras partes del mundo como hasta ahora. Mendoza es solo un bocadillo apetecible para las multinacionales del sector como lo son otros lugares del mundo.

Hablamos de Jáchal y la contaminación por demás comprobada, hablamos de la ineficiencia a la hora del control de la actividad minera y de otras actividades más.

Ahora hablemos de estrategias. La estrategia del estado es a muy corto plazo. Sólo, como dijimos, incrementar sus ingresos de dinero.

La estrategia de las empresas mineras es la rentabilidad. La extracción de todo lo más que se pueda y al costo que sea, aún a pesar de la contaminación. Cuando todo se agote (porque todo se agita tarde o temprano), chau y a otra cosa. A tratar de explotar otro lugar que sea conveniente para ellas.

Hasta ahora, hemos vivido y sobrevivido sin necesidad de implementar la minería y seguimos en carrera. ¿Qué nos indica que puede suceder lo contrario? Sólo el miedo que intentan construir al respecto los sectores interesados.

Pero estábamos hablando de estrategias. Ahora pensemos en una estrategia a largo plazo. El cuidado del agua.

Dentro de algunos años, muchos o pocos, el agua va a ser el elementos más preciado para la humanidad (ya sea para consumo como para producir) y Mendoza en eso tiene una geolocalización muy importante. Tenemos una de las mejores fábricas naturales de agua del planeta: la Cordillera de Los Andes. Seguro que van a decir que tenemos problemas de sequía en la actualidad, pero nadie puede afirmar nada respecto al futuro.

Tenemos que preservar nuestra mayor reserva que es el agua. La minería tarde o temprano se agota, pero el agua difícilmente lo haga tan rápido como los mineralesPor eso es indispensable que la preservemos libre de cualquier posible contaminación.

Cuando llegue el momento en que se le dé la verdadera importancia nos daremos cuenta de lo valioso que fue preservarla pura, limpia y natural. Pensemos en que grandes empresarios extranjeros están invirtiendo desde hace tiempo en propiedades del Sur del país y de los esteros del Iberá. ¿Creen que lo hacen por la hermosura de sus paisajes? Hay que pensar que la razón también pasa por otras cuestiones, por otras visiones y estrategias a futuro.

Seguramente muchos van a querer saltarnos a la yugular por este análisis, pero la idea es que las cosas se refuten con datos comprobables y no posibilidades.

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