Christian SanzPortada

La hipocresía de los políticos mendocinos, los abusos de Calipo, y ¿qué hay detrás de las acusaciones de De Marchi?

Además: sigue el choreo en Guaymallén y corrupción en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo.

Christian Sanz
Christian Sanz

Y un día volvió Omar De Marchi, con munición gruesa y todo. Sin avisar. Ni siquiera a los propios. Lo hizo en redes sociales, a través de un extenso hilo de Twitter cuyo disparador fue la suspensión de la malograda Janina Ortíz.

Hay que prestar atención a lo que sostuvo allí el otrora intendente de Luján de Cuyo, no solo por la gravedad de sus afirmaciones, sino por el hecho de que nadie salió a desmentirlo, siquiera una coma.

De Marchi detalló cuestiones de enorme gravedad, que no excluyeron la tan mentada corrupción mendocina —que, a fuerza de ser honestos, viene de allá lejos y hace tiempo—, la cooptación de los poderes del Estado y la mansedumbre de los medios de comunicación locales.

Con una mano en el corazón: ¿Quién desconocía aquellas verdades? ¿Acaso hay alguien que no sospeche de la hiperbólica corrupción de los funcionarios? ¿O de la perversa complicidad de los grandes medios?

Propios y ajenos se escandalizaron tras leer el hilo de De Marchi, pero ¿cuál es realmente la sorpresa? ¿Por qué no se rasgaron las vestiduras antes de que apareciera el lujanino para decir lo que todos ya sabían?

La hipocresía mendocina llega a esos niveles, siempre sorprendentes. Personas que se quejan en desvencijadas mesas de cafés o en reuniones familiares, pero que callan en los ámbitos en los cuales deberían expresarse. Luego maldicen por el derrotero de la provincia, siempre creciente.

La política no carece de aquella hipocresía, siempre superlativa. Referentes de los diferentes espacios partidarios que pocas veces se animan a señalar la corrupción con nombre y apellido.

Saben llamar a la redacción de los medios —principalmente a este diario— a efectos de denunciar tal o cual cosa, pero piden siempre “reserva de la fuente”. Pocas veces se atreven a aportar sus nombres y apellidos.

Cada tanto, intentan colar alguna operación de prensa o zanjar diferencias políticas con algún rival interno. Pero, aunque uno mastica vidrio, jamás lo traga. Ergo, uno no cae en esas trapisondas.

Es curioso, porque esos mismos políticos saben criticar con dureza a los grandes medios de Mendoza. Los acusan de censurar hechos de corrupción y tergiversar —u ocultar— realidades varias. Más aún: los tildan de “chupamedias” del gobierno de turno.

Sin embargo, a la hora de opinar en las redes sociales, se desviven en elogios hacia esa misma prensa. Así de cínicos y falsos son los referentes mendocinos, radicales y peronistas, y del Partido Verde, y los demás espacios. Uno conserva varias docenas de mensajes que prueban lo antedicho.

El más denostado es siempre el portal MDZ, el “boletín oficial” de Mendoza. Luego aparece el ingravitante Memo, más conocido como “Memo-lotudo”. Le sigue el siempre servil Mendoza Post, que pelea cabeza a cabeza con El Sól y Sitio Andino.

Nada nuevo bajo el sol: Mendoza Today ha probado con creces la complicidad de aquellos portales con la corrupción. Siempre hay dinero mediante, como puede suponerse. Olvidando que el periodismo es todo lo contrario a lo que hacen. Hijaputez es poco.

El mutismo de esa prensa no refiere solo a la corrupción provincial, sino también la que apunta a los municipios menducos, donde la discrecionalidad supera el realismo mágico de Gabriel García Márquez. Cada comuna oficia como una suerte de triángulo de las Bermudas. Sin excepción. No obstante, los medios no cuentan nada de nada. Billetera mata periodismo.

El ejemplo más cabal es Guaymallén, donde el choreo se cuenta por minuto. Con una impunidad que abruma. ¿Y la Fiscalía de Estado? ¿Y el Tribunal de Cuentas? ¿Y los medios? Todos cómplices.

Ahora mismo, si a alguno le interesara indagar respecto a la comuna gobernada por el “Don Juan” Marcos Calvente, solo tendría que posar su mirada en un personaje llamado Mario Vedia, uno de los laderos de Jorge “Nene” Carrizo, el incombustible director de Servicios Comunitarios, Seguridad Vial y Defensa Civil de Guaymallén.

Vedia es uno de los mayores sospechados de haber robado pintura vial que pertenece al municipio. Ahora mismo, disfruta del fruto de sus trapisondas en Miami, donde viajó por 25 días. Nadie sabe con qué dinero… O sí.

En lugar de ello, Vedia debería explicar quién y por qué ha destruido la Kangoo de demarcación vial de Guaymallén, la P125. Y a qué se debe que la Amarok, la movilidad 76, ande circulando sin el airbag.

Es parte de otra trama, también gravosa para la comuna: vehículos de tránsito que están destruidos y que no se pueden utilizar. La 74, por ejemplo, está destruida en la playa de tránsito. Chocó hace un año, pero nadie atina a arreglarla. Teléfono para Carrizo, siempre afecto a usar los vehículos oficiales en beneficio propio.

No se trata de un abuso circunscripto a Guaymallén, sino una regla de los funcionarios públicos en general. Por caso, el hoy director General de la Policía de Mendoza, Marcelo Calipo, sabe utilizar a piacere una camioneta del Estado para usufructo de su familia, sita en General Alvear.

Se trata de una Chevrolet S10 color banco dominio AD 665 OB, que es utilizada discrecionalmente con combustible y chófer incluídos, siempre para beneficio personal.

Ese tipo de ejemplos son los que erosionan la voluntad y vocación de los policías mendocinos. No se trata sólo de sus bajos salarios, sino también de los malos ejemplos que perciben por parte de sus superiores. Más aún: entienden que, cuánto estos más delinquen, mejor los acomodan.

Este diario dio cuenta del caso de Marcos Uvilla, premiado como jefe de la distrital Rivadavia, aún cuando carga con varios escándalos en el pasado, principalmente en Malargüe y Santa Rosa.

También en Rivadavia, tal cual reveló Mendoza Today: se lo acusa allí de abuso de poder, maltrato y utilización de recursos del Estado en beneficio propio… y de sus allegados. Tal revelación mereció la oportuna amenaza de la hermana del uniformado contra este periodista.

Lejos de allí, o no tanto, empieza a asomar otro escándalo, que refiere a Tamara Salomón, esposa de Mauricio Pinti Clop, hoy presidente del Concejo Deliberante de Maipú.

La mujer estudia Ciencias Económicas en la UNCuyo y sabe presentar de manera recurrente pedidos para que se le den aprobadas materias que jamás ha cursado. Así al menos lo han relatado fuentes de esa casa de estudios a este diario.

Más aún, aseguran que, al no tener el 80% de la carrera aprobada, debería pasar al plan nuevo y aún así todavía no lo hace “porque el decano (Miguel González) Gaviola presiona a los directores de departamento para que se le den como aprobadas materias por equivalencias”.

La propia Salomón niega la situación: “Lo que les han informado está muy lejos de la realidad. Sus fuentes deben estar desactualizadas evidentemente. Yo tengo todo documentado”.

En realidad, la situación que describen es aún más grave: “La Facultad de Ciencias Económicas se ha convertido en un antro donde los radicales o hijos de radicales tienen muchos privilegios como acreditar materias en intercambios que luego se les rechaza a otros miembros de la misma comunidad”.

Todo lo antedicho, con mucho mayor detalle, ha sido acompañado por documentación aportda por las fuentes de marras, y este diario la llevará a la Justicia durante la semana que comienza, a efectos de que la trama sea investigada. Será otro de los tantos aportes que este medio hará al republicanismo mendocino.

No está de más decir que la mayoría de las causas judiciales que hoy en día se sustancian en fiscalías mendocinas, han sido motorizadas gracias a investigaciones publicadas por este diario.

Para decirlo de otra manera: en sus casi tres años de vida, Mendoza Today ha impulsado más expedientes judiciales que ningún otro medio en los últimos 20 años.

Ciertamente, no es un mérito de este diario, sino un demérito de todos los demás, que jamás impulsan investigación alguna contra funcionarios sospechados de corrupción.

La única excepción es el caso de Janina Ortíz, sobre cuyo derrotero los “grandes medios” se cansaron de publicar a través de interminables notas periodísticas. Eso sí, recién después de que Daniel Orozco rompió lanzas con Cornejo.

Antes de ello, Ortíz era un ejemplo de republicanismo. Su marido también, quien llegó a ser elogiado por el hoy gobernador de Mendoza como el mejor intendente desde la llegada de la democracia.

Dicho sea de paso, Mendoza Today fue el único medio que contó la corrupción de Las Heras antes de que ello sucediera, mientras los demás callaban.

Finalmente, contar los nuevos planes que pergeña la intendente de Santa Rosa, Flor Destéfanis, quien se imagina como diputada nacional, dejando a su marido como posible “interino” a cargo de la comuna.

Su plan B es ser candidata a gobernadora, o vice, y con su marido a cargo de la intendencia. El cerebro sería Carlos Ciurca. Soñar no cuesta nada.

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