Christian SanzPortada

😖 Mendoza en el peor de los mundos: entre la feroz inseguridad y la defección de los policías

En lugar de buscar el diálogo, el gobierno confronta. Errores y desaciertos. Una nota editorial

La provincia de Mendoza vive uno de sus peores momentos, no tanto a nivel económico-financiero, sino a nivel inseguridad. Ahora mismo, mientras se escriben estas líneas, policías mendocinos evalúan dejar la fuerza. En medio de una de las crisis de seguridad más brutales vividas por la provincia.

Defeccionan por diversos motivos. Básicamente los bajos salarios -que ahora mismo el gobierno provincial jura mejorar-, pero también por la ausencia de recursos y la falta de apoyo por parte de sus propios jefes.

Varios agentes se fueron ya, en legión, y seguirán yéndose. Porque la situación no ha mejorado. Y la mayoría cree que ya no lo hará.

Perciben incluso señales confusas, erráticas, desde la política. Una de ellas, la designación de Mercedes Rus como titular del Ministerio de Seguridad. Una mujer con experiencia vasta en el derecho e inmaculada a nivel corrupción, pero sin experiencia alguna en cuestiones de inseguridad.

A ello se suman los nombramientos de diversos jefes policiales altamente cuestionados por sus prontuarios. Tipos enriquecidos de manera ilícita, principalmente por sus vínculos con el mundo narco, como viene publicando Diario Mendoza Today.

Esa suma de desgracias es la que explica la desazón de los policías mendocinos, cuya frutilla del postre llegó de boca del propio Cornejo, cuando dijo que “la profesión del policía no tiene sindicalización (…) Si no está conforme se puede ir”. Ello ofendió sobremanera a los uniformados.

En dicho marco, será bien complicado detener la hemorragia de agentes, porque en lugar de tenderse puentes, se los dinamita. Ergo, no hay manera de cruzarlos.

La estrategia del gobierno mendocino debe dirigirse en otro sentido, el de la conciliación y el diálogo. Escuchar los problemas sin pensar que hay una mega conspiración por parte de los policías. Ello no es así ni mucho menos.

Aún se está a tiempo. Solo es cuestión de voluntad política. Teléfono para Cornejo.

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