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Guillermo Carmona criticó la estrategia del Gobierno sobre la cuestión Malvinas: “Una falacia”

En un extenso hilo de la red social X, el ex diputado nacional aseguró que se trata de una “estrategia integral” que va a fracasar y la comparó con la del macrismo al sostener que se trata de “una falacia para justificar un Foradori-Duncan II”.

No bien asumido el gobierno del presidente Javier Milei, fue designada como secretaria de Malvinas, Atlántico Sur y Antártida a una ex funcionaria del gobierno del ex presidente Mauricio Macri. Se trata de la politóloga Paola Di Chiaro.

En esa línea, se despegó de la gestión anterior de Alberto Fernández, cuando estaba al mando de esa área el mendocino Guillermo Carmona, quien en las últimas horas salió a cuestionar la estrategia para el reclamo de soberanía de las Islas Malvinas.

En un extenso hilo de la red social X, el ex diputado nacional aseguró que se trata de una “estrategia integral” que va a fracasar y la comparó con la del macrismo al sostener que se trata de “una falacia para justificar un Foradori-Duncan II”.

“Durante el macrismo, el comunicado conjunto del 13 de septiembre de 2016, conocido como pacto Foradori-Duncan, debilitó la posición argentina, cediendo todo lo que el gobierno británico pretendía y quedando la cuestión de la soberanía postergada y como un mero ejercicio retórico”, añadió en el hilo.

Allí, Carmona hace una serie de señalamientos con los que quiere dejar en claro que el macrismo benefició a Gran Bretaña y el gobierno de Alberto Fernández hizo todo lo contrario, sosteniendo que no hubo grandes cambios en materia comercial.

También destacó propuestas y rechazos hechos por el anterior gobierno mientras Carmona era el encargado de trabajar sobre la cuestión Malvinas: “El gobierno británico no accedió a ninguna de las propuestas. Por el contrario, padecimos reiteradas descalificaciones”, aseguró el Guaymallense.

“La ‘nueva’ estrategia de Milei y Mondino sobre Malvinas no tiene nada de nuevo. Proponen transitar los fracasados caminos de Menem, la Alianza y Macri. Su Majestad Británica seguramente estará muy agradecida”, finalizó Carmona.

Hilo completo

La pretendida “estrategia integral” sobre #Malvinas es un eufemismo.  La supuesta hostilidad de la gestión anterior, una falacia para justificar un Foradori-Duncan II. La obstrucción del diálogo fue del RUGB para evitar tratar la cuestión de la soberanía.

Desde diciembre del 2019, el gobierno argentino multiplicó sus acciones y esfuerzos para volver a poner a la cuestión de soberanía sobre Malvinas en el lugar de política de Estado y prioridad de la política exterior, y como tema central en la relación bilateral con el Reino Unido.

Durante el macrismo, el comunicado conjunto del 13 de septiembre de 2016, conocido como pacto Foradori-Duncan, debilitó la posición argentina, cediendo todo lo que el gobierno británico pretendía y quedando la cuestión de la soberanía postergada y como un mero ejercicio retórico.

El resultado de las presidencias de Macri y Fernández exhibe similares niveles de comercio, a pesar del impacto de la pandemia. En cambio el gobierno británico obtuvo de Macri concesiones que lo pusieron en una zona de confort respecto de la cuestión Malvinas.

Los números que aquí se exhiben son elocuentes. Correr a la cuestión Malvinas del lugar prioritario que siempre debe mantener no produjo resultados positivos significativos para la Argentina en otros aspectos de la relación bilateral.

El Reino Unido consiguió, en cambio, el anhelado vuelo Malvinas-San Pablo, fundamental para facilitar el recambio de tripulaciones de buques que operan en la pesca ilegal y personal militar. Abaratamiento del costo de la ocupación colonial, en definitiva.

También lograron que el gobierno de Macri le facilitará estratégica información sobre los recursos pesqueros argentinos a través de la reactivación del Subcomité Científico del Atlántico Sur. Otra “ayudita”, en ese caso al fortalecimiento de la pesca ilegal en las aguas usurpadas.

El gobierno de Macri accedió a la firma de un Memorándum de Cooperación Antártica entre el Instituto Antártico Argentino y British Antarctic Survey. Esto implicaba la operación del Programa Antártico Argentino con buques y aeronaves con registro y bandera ilegal de Malvinas.

Del mismo modo el gobierno de Macri accedió a la cooperación de las Fuerzas Armadas argentinas con las Fuerzas Armadas británicas, es decir un esquema de cooperación militar con quienes imponen por la fuerza amenazante la usurpación de una parte de nuestro territorio nacional.

Nuestro gobierno, al tiempo que propuso la reapertura de negociaciones sobre soberanía, promovió y practicó el diálogo, realizando propuestas concretas para rectificar los aspectos contrarios al interés nacional sobre los que Macri había cedido. La negativa británica fue cerrada.

Propusimos un nuevo esquema de vuelos que permitiera intensificar el contacto entre las Islas Malvinas y el territorio continental argentino buscando crear condiciones de confianza con quienes habitan las islas, respondiendo al compromiso argentino de respetar su modo de vida.

Propiciamos y logramos se restableciera el vuelo Punta Arenas-Rio Gallegos-Malvinas. RU prolongó las medidas por la pandemia más de un año que en aeropuertos del resto del mundo. Se cumplían 40 años de la guerra. No fue casual que la restricción se levantara pasado el 14 de junio.

Rechazamos la concreción de cooperación antártica con buques y aeronaves con registro y bandera ilegal de Malvinas e insistimos en el necesario cambio de esa situación para ser posible cualquier cooperación en el marco del memorándum.

Instamos también a que cesara el otorgamiento de licencias británicas para la pesca ilegal, marcando que era contrario a la buena fe el sostenimiento del subcomité de pesca reabierto durante el macrismo con las decisiones unilaterales de otorgamiento de licencias a largo plazo.

El gobierno británico no accedió a ninguna de las propuestas. Por el contrario, padecimos reiteradas descalificaciones de integrantes del gobierno británico dirigidas al pueblo y gobierno argentinos durante la conmemoración de los 40 años del conflicto del Atlántico Sur.

En un hecho sin precedentes el gobierno británico introdujo tropas kosovares en Malvinas, lo que fue difundido como el envío de tropas de mantenimiento de paz. La reiteración de ejercicios militares y renovación de equipo militar continuó a pesar de nuestras protestas.

Aún así mantuvimos la actitud de diálogo constructivo aunque dispuestos a adoptar las decisiones necesarias para preservar el interés nacional. El presidente Fernández se reunió con el primer ministro Johnson (jun/22) y luego el canciller Cafiero con su par Cleverly (mar/23).

En ambas reuniones fue manifiesta la predisposición Argentina a mantener un diálogo constructivo y al mismo tiempo el sostenimiento con firmeza del planteo de que deben retomarse las negociaciones para dar cumplimiento al derecho internacional en la Cuestión Malvinas.

El diálogo fue sostenido también con funcionarios de distintos niveles, tanto en BA como en Londres. El único obstáculo para la intensificación del vínculo bilateral entre la Argentina y Reino Unido ha sido y es la negativa británica abordar la cuestión de la soberanía.

Ante la permanente negativa del gobierno británico, propusimos una nueva agenda bilateral en reemplazo de la infructuosa agenda del macrismo. Esto implicó dar por terminado lo acordado por Foradori y Duncan, y la propuesta de una próxima reunión para acordar una nueva agenda.

Entre los aspectos más lamentables está la evidente actitud británica de intentar utilizar a la cuestión humanitaria como carta de cambio de concesiones sobre Malvinas. Siempre sostuvimos que las obligaciones humanitarias de ambos Estados surgen del derecho internacional.

La pretensión de que el Plan Proyecto Humanitario nació con Foradori-Duncan es falaz y maliciosa. Este plan nació en 2012 y se funda en las Convenciones de Ginebra. RU tiene que cumplir. Sus obligaciones se encuentran delineadas en la propuesta que negociamos para el PPH3.

En materia humanitaria concretamos en su totalidad el Plan Proyecto Humanitario II que permitió la identificación de caídos. Así mismo propusimos y negociamos los términos de la tercera etapa de ese proyecto. El gobierno británico obstaculizó la firma del mismo.

Así mismo el Reino Unido dilató la posibilidad de la visita de los familiares de los caídos en un vuelo charter. Finalmente pudimos concretar la visita de los familiares del PPH2, si la cooperación del gobierno británico, a través del vuelo regular Río Gallegos-Malvinas.

En relación a los habitantes de las islas, hemos dado cabal cumplimiento a los compromisos que tiene la Argentina en cumplimiento de la resolución 2065 ONU, ofreciendo asistencia sanitaria servicios educativos y otros beneficios de que gozan todos los habitantes de nuestro país.

La “nueva” estrategia de Milei y Mondino sobre Malvinas no tiene nada de nuevo. Proponen transitar los fracasados caminos de Menem, la Alianza y Macri. Su Majestad Británica seguramente estará muy agradecida.

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