Nicolás SanzPortada

👉 Acerca de las elecciones de Mendoza, la proyección nacional y la centralidad de Luis Petri

Juntos por el Cambio viene realizando muy buenas elecciones provinciales. ¿Cómo incidirá en los comicios presidenciales y qué efectos tiene ello en Mendoza?

Juntos por el Cambio parece estar haciendo unas elecciones brillantes este año en las provincias, a punto tal de quedarse con Chaco, Santa Fe, San Luis, San Juan y Chubut.

Los datos mencionados de por sí son destacables, teniendo en cuenta, por ejemplo, que en Santa Fe no gobernaba el radicalismo desde 1963 y que en San Luis se terminó con el reinado de los hermanos Rodríguez Saá, que gobernaban la provincia hace ya 20 años.

Las elecciones en Mendoza también son una muestra de lo que se viene sosteniendo desde Juntos por el Cambio, porque le sacó unos 10 puntos a la segunda fuerza, La Unión Mendocina, aquella que había arribado para hacer en el escenario político provincial una disrupción.

Si bien es cierto que Alfredo Cornejo perdió apoyo social en comparación al año 2015, como así también perdió unos 12 puntos desde la elección del 2019 (donde el radical Rodolfo Suarez se impuso con el 52% de los votos), el resultado es casi insuperable. Un 40% no deja de ser un porcentaje alto.

La segunda fuerza con chances de llegar a la Casa de Gobierno, La Unión Mendocina, parece haber sumado parte de los votos de Luis Petri en las PASO, quien sacó un 17% quedando atrás del otro candidato oficialista, el ahora electo gobernador, sacando casi 10 puntos más que en las primarias.

Cornejo, por el contrario, mermó en la cantidad de sufragios, aunque poco. Su fuerza electoral sacó casi tres puntos menos que en los comicios anteriores. Aunque se impuso con gran latitud.

Patricia Bullrich ve con buenos ojos los resultados provinciales, se siente fortalecida pero no cuenta con el hecho de que las elecciones en los distintos distritos no pueden nacionalizarse, no corre linealmente.

Muestra de ello es Javier Milei, cuyos candidatos a gobernador no tuvieron buenos resultados en sus aspiraciones a gobernador y, sin embargo, quedó primero en las elecciones PASO, llegando airoso a un balotaje casi indiscutiblemente.

Otro dato a tener en cuenta es que mientras Cambia Mendoza perdió votos, tanto La Unión Mendocina como el Partido Verde lograron despegar desde las PASO, quedando el Frente Elegí y la Izquierda casi en la misma posición.

Una lectura rápida de estos resultados arroja la idea de que el votante migró los votos de Petri hacia otro lado, por fuera del radicalismo. ¿Ello le jugará a favor o en contra a Juntos por el Cambio a nivel nacional teniendo en cuenta que el radical mendocino va como candidato a vicepresidente? Difícil saberlo por estas horas.

Pero se insiste, las elecciones provinciales van en paralelo a las nacionales. De hecho, en Mendoza, Milei sacó 44% de los votos, y el partido que a él responde 30%. Por lo que un análisis de estas características no tendría mucho sentido.

En tal caso, lo que sí puede ponerse bajo la lupa, es la gobernabilidad de llegar a ganar cada candidato a presidente. Tanto Juntos por el Cambio como el kirchnerismo tenderán a sostener sus gobiernos de la mano de varios jefes provinciales.

No así La Libertad Avanza, que no tiene peso electoral en ninguna provincia. ¿Qué gobernadores apoyarán una eventual gestión de Milei? ¿De dónde sacará la gobernabilidad si ni en el Congreso tendrá un número de legisladores proporcionalmente favorable?

En fin, si algo queda claro de todo esto es que en la Legislatura de Mendoza el oficialismo ya no tendrá mayoría, por lo que deberá negociar, algo difícil para el cornejismo que hasta fue acusado de utilizar el órgano legislativo de la provincia como una escribanía.

¿Cómo hará Cornejo para “seguir con el cambio” en la provincia que tanto pregona si teniendo todo el poder del Estado no pudo hacerlo? ¿Quién apoyará su gestión? Eso está por verse.

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