Las PASO, Malargüe y la esquiva tierra prometida

Lo que dejó las PASO en Mendoza: buen resultado para el oficialismo mendocino en el plano general pero un retroceso notable en el departamento malargüino y haciendo un simple análisis de ese resultado la respuesta salta a la vista.

Malargüe tenía prometida la puesta en funcionamiento de Potasio-Río Colorado, sin embargo en la práctica casi nada; tenía prometida Hierro Indio, y ahí está sin arrancar; tenía prometida la construcción de Portezuelo del Viento y ahí está estancado el asunto; tenía prometida la obra del Trasvase del Río Grande al Atuel, ídem al anterior; tenía prometida la construcción del Túnel de baja altura y… nada; tenía prometida la terminación del tramo de la “vergüenza” de la Ruta 40 entre Bardas Blancas y Ranquil Norte, la Ruta 188 para conectarla a Gral Alvear, el transporte para cualquier tipo de carga por el Paso El Pehuenche, etc, etc.

Todo promesas y promesas y en la realidad, nada. Cuando a un pueblo se le promete y no cumple busca un nuevo destino. Por supuesto que hay temas que son inherentes a la provincia y otros de alcance nacional, pero nadie cumple en Malargüe.

Cuando se descuída uno de los tres departamentos de esta región provincial se afecta a todo el sur mendocino porque al no explotarse bien el Paso Internacional Pehuenche (que permita la circulación de todo tipo de cargas) se resiente la actividad económica en la zona; la desconexión con la Patagonia por la Ruta 40 es intolerable a esta altura del partido; la falta de avance en el Túnel de baja altura en Paso Las Leñas ya es preocupante.

Si a eso le agregamos el pésimo estado de la Ruta Nacional 151 por Santa Isabel, en territorio pampeano, vemos que el sur mendocino está cercado por la inoperancia de funcionarios provinciales y nacionales que llega a un punto de considerarlo discriminación neta y llana, realmente un comportamiento vergonzoso.

En estas últimas semanas pasaron por el sur mendocino todos los candidatos de los distintos partidos, en campaña, prometiendo y prometiendo y cuesta creerles, después de ver el resultado que se a tenido en el sur desde el retorno a la democracia. Proyectos de obras que demoran décadas en ponerse a la práctica y la mayoría se diluyen en el tiempo y con ello profundizan los problemas del sur mendocino.

Ahora seguirá la eterna campaña política y esperemos que algún candidato tome el compromiso de acelerar los reclamos del sur mendocino en general y de Malargüe en particular, algunos de los cuales se han mencionado en la presente y se comience a darles solución con la celeridad que se merece para que desaparezca la sensación de discriminación a la región sureña y dé la posibilidad de conexión con la Patagonia y el mundo para potenciar el desarrollo pleno de la región.