Christian SanzMendoza en foco

😖 Elecciones en Mendoza: entre la insoportable campaña, la decadencia y el misterio de los aportantes

Además: el intocable director de la PSA, Lorenzetti sale a la compra de empresas en Rafaella, y el testaferro de Scioli sigue vivito y coleando.

En estas horas, los diferentes espacios mendocinos están imbuidos de lleno en la campaña política. Se trata de un rito aburrido, predecible y repetitivo, cargado de fotos sonrientes y mensajes auspiciosos. Como si hubiera algo que celebrar.

Acaso porque a los únicos que les va bien es a los propios políticos, sobre todo a nivel patrimonial. Su vida transcurre en sentido inversamente proporcional a la de los ciudadanos de a pie, que están cada vez más empobrecidos.

Es la Mendoza de los últimos 25 años, o más, cuyo derrotero fue provocado por los mismos que aseguraban tener la solución para mejorar la vida de la gente. Diversos gobiernos, peronistas y radicales. Radicales y peronistas. Uno tras otro.

El resultado está a la vista: una provincia con los peores índices de empleo e inflación. Abarrotada por la inseguridad y el narcotráfico. Y a pesar de ello, los tipos sonríen. Como si hubiera algo por lo cual celebrar. No hay remate.

Sin mencionar el enorme dispendio de dinero que representan las elecciones, en una provincia cuyos empleados públicos cobran salarios de miseria. También sus médicos y docentes.

Dicho sea de paso, ¿quién financia las campañas de los principales candidatos? ¿Alguien lo sabe o se lo pregunta? Es un debate que no suele darse y que es fundamental. Porque se trata de una millonada de plata que carece de inocencia alguna.

Los que ocupan el poder, utilizan recursos públicos, salidos de los impuestos que paga la ciudadanía. Plata que debería ser destinada a áreas del Estado que ostentan necesidades urgentes. Pero no, ese dinero es desviado para la campaña de tal o cual candidato.

En la vereda de enfrente, la situación no es mucho más tranquilizadora: los candidatos que carecen de recursos son financiados por empresarios que apuestan a hacer luego jugosos negocios con el Estado. Negociados, en realidad.

Por caso, ¿quién financia a Omar Parisi y Lucas Ilardo? ¿Y a Omar De Marchi? ¿Alguien lo sabe? ¿Es cierto que uno de sus aportantes es el incombustible Alejandro Cazabán?

¿Y Guillermo Carmona? ¿Es verdad que la plata de su campaña deriva del multiprocesado José “Pepe” Albistur? Las malas lenguas refieren a una vieja interna con Celso Jaque, y la repentina defección de Carmona. Y un presunto bolso con dólares que terminó en España. 

La política, como puede verse, genera ingentes recursos monetarios, que jamás sirven para mejorar la vida de los mendocinos, sino la situación personal de puntuales referentes partidarios.

Baste ver lo que ocurre en Guaymallén, donde un puñado de dirigentes se han vuelto multimillonarios merced a negocios de diversa índole. La mayoría de ellos relacionados con la construcción.

Los hermanos Paco, con su constructora Idandi, son apenas una postal. Hay mucho más. Otros empresarios que también están “flojos de papeles” y siguen trabajando gracias a las coimas que pagan a los funcionarios de turno. Muchas veces, a través de la entrega de viviendas nada desdeñables en barrios privados.

Hablando de los Paco, el martes pasado hubo empleados municipales retirando materiales de las obras en construcción clausuradas de calle Urquiza de Guaymallén. A su vez, se dejó ver constante movimiento en la feria del Este, al lado del canal Pescara donde los Paco también tienen terrenos.

Lo mismo ocurre en la obra de calle Estrada, donde el movimiento es continuo. ¿Y el control municipal? ¿Y las clausuras y multas a Idandi? ¿Qué pasó con todo ello?

Ciertamente, todo se trató de una ficción del momento. Un acting para tranquilizar algunas conciencias inquietas. Principalmente de los grandes medios que reciben millonadas de pauta de la comuna que gobierna Marcelino Iglesias. Todo cambió para que nada cambie.

La contracara de Guaymallén es Las Heras, donde la cosa parece empezar a tomar cierto orden y rumbo. No obstante, inquietan los alcances de un decreto, el 1144, del 31 de marzo de este año, a través del cual se han creado varios cargos nuevos. Nadie sabe a efectos de qué ni por qué. Misterios del siempre impredecible Daniel Orozco.

Entre la PSA, las empresas de Lorenzetti y el testaferro de Scioli

A nivel nacional, ha generado enorme repercusión la revelación de Mendoza Today sobre el titular de la PSA, José Glinski, cuya figura aparece vinculada con la muerte de una periodista de Comodoro Rivadavia llamada Virginia Navarro.

Los llamados y aprietes contra quien escribe estas líneas llegaron desde diversos puntos del país, incluso Mendoza. Personeros del poder de esta provincia intentaron “bajar” la nota en cuestión. ¿Acaso Glinski posee negocios o sociedades en Mendoza? Inexplicable.

Glinski aparece en la lista de “intocables”, al igual que Andrés Stangalini, prestanombre de Víctor Santa María, o Alejandro Spinello, el “hacedor” del milagro de El Azufre, en Malargüe. En la nómina no faltan los siempre cuestionados Daniel Vila y José Luis Manzano.

Como sea, los pocos medios que replicaron la nota de este diario sobre el director de la PSA fueron fuertemente presionados y terminaron eliminando el contenido a poco de publicado.

Hablando de escándalos, se aproxima uno relacionado con la Corte Suprema de la Nación. Refiere a Ricardo Lorenzetti, quien se ha dedicado en los últimos meses a comprar a nombre de testaferros varías empresas metalúrgicas en Rafaela, su ciudad. Dos de ellas son Giuliani SA y Berandebi SA. 

Ello explicaría por qué se “ausentó” a la hora de votar contra los intereses del kirchnerismo en torno a las elecciones de San Juan y Tucumán. Elisa Carrió jamás se equivocó sobre la figura del desgastado magistrado.

Otro que debería dar explicaciones es Daniel Scioli, cuyo testaferro, Luis Alberto Peluso, sigue ganando licitaciones amañadas a través de sus empresas de limpieza.

Una de ellas es Limpiolux SA, que en 2021 se adjudicó de manera poco transparente el servicio de limpieza integral del Ministerio de Economía. Por 12 meses de trabajo la firma se hizo la friolera de 400 millones de pesos.

El dueño de la firma es Norberto Peluso, hermano del referido Luis Alberto, ex interventor de la Lotería de la provincia de Buenos Aires y “recaudador” del otrora gobernador bonaerense.

No es el único “testa”: otro ex asesor de Scioli, otrora pareja de Vivana Canosa, gana licitación tras licitación con la venta de autos. Delicias de la política vernácula.

Dos de los tantos mensajes que llegaron a esta redacción

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