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La llegada del interventor del PRO a Mendoza, el prólogo de Cornejo y el antecedente en La Rioja que esperanza a De Marchi

La semana política que nos parió.

Este lunes desembarcará en Mendoza el interventor designado por la mesa nacional del PRO para disciplinar la disidencia de Omar de Marchi.

En ee contexto, Ignacio Zuleta, uno de los periodistas mejor informados del país, publica en diario Clarín una serie de revelaciones que vale la pena leer porque trazarán el destino que le espera a Cambia Mendoza:

Humberto Schiavoni es alto comisario de su partido. Fue presidente del PRO y quien nominó, con Macri, a la sucesora Patricia Bullrich. Schiavoni va con la misión de inscribir al PRO de Mendoza en el frente con los radicales de Alfredo Cornejo.

De Marchi expresa a un sector conservador de la alianza que gobierna Mendoza, y que se declara crítico de la gestión del radicalismo. Cree que puede ganarle a Alfredo Cornejo una gobernación que éste cree asegurada.

Si no logra, podrá quitarle número en la legislatura local para achicar el margen de maniobra de un eventual gobierno de Cornejo. De Marchi expresa los viejos enfrentamientos entre los conservadores y los radicales de Mendoza.

No por nada el símbolo del Partido Demócrata es el ganso. Asumieron el mote de gansos – por cogotudos y altaneros – como un elogio, y lo dieron vuelta contra los radicales, a quienes identifican con los pericotes – a quienes ven como depredadores. Esa dialéctica ha quedado reflejada en emblemas como el que muestra a un ganso mordiendo la cola a un pericote.

Schiavoni fue uno de los gestores del acercamiento de De Marchi al radicalismo para el formato original de Cambiemos; por eso le han encargado el divorcio. Va en son de paz, al punto de que prevé almorzar este lunes a solas con el intervenido De Marchi.

Schiavoni llega con ejemplares de un libro que acaba de publicar (“La Argentina pendiente: Apuntes para el desarrollo”), que lleva un prólogo de Alfredo Cornejo cargado de elogios – otra provocación mendocina en libros de campaña, como la de Pichetto-Dromi.

De Marchi anunció que apelará la intervención. Si lo hace ante María Servini, jueza electoral de la Capital – sede del partido que tomó la decisión -, tendrá en cuenta que la magistrada ya le volteó antes una intervención a Bullrich: en el PRO de La Rioja. Si lo hace en Mendoza, estará en manos del juez local Walter Bento. Este camino vaticina más enredos.

Bento es objeto de pesquisa y acusaciones en el Consejo de la Magistratura. La oposición lo tiene en las puertas de la suspensión, y lo último que querría es hacerle un favor a los radicales.

 

Se mueven peronistas no K

De Marchi tiene previsto anotar este martes un frente con varios partidos, entre ellos la Coalición Cívica, a quien también se la intervino desde la mesa nacional para facilitar esta adhesión a De Marchi.

La CC tiene en ese distrito a Gustavo Gutiérrez, uno de los políticos más cercanos a Elisa Carrió – fue su candidato a vicepresidente en 2003. De ese frente van a formar parte un arco de adversarios de Cornejo y del radicalismo.

Entre ellos se identifican a peronistas no K como el exgobernador Arturo Lafalla y el exdiputado Carlos Abihaggle, que fue además el embajador en Chile de la presidencia de Néstor Kirchner. Obviamente tiene el acompañamiento de dirigentes demócratas que dejaron la alianza con los radicales hace rato. Entre ellos está Carlos Balter, presidente del Partido Demócrata en el orden nacional, que ha manifestado su apoyo a la postulación de Javier Milei.

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