En la Legislatura de Mendoza aún esperan a Raúl Levrino y Roberto Munives, ministro de Seguridad y jefe de la Policía local respectivamente, para dar explicaciones sobre la inseguridad en Mendoza. Sobre casos particulares, pero también sobre la generalidad de ese fenónemo.
Pero no solo no aparecen, sino que tampoco logran desactivar la inseguridad en la provincia, cuyos casos crecen al paso de los meses. Con la complejidad de la tecnología, que impulsa un nuevo delito: la estafa virtual.
A su vez, las redes sociales hacen proclive la posibilidad de comercializar objetos robados a través de sus difusos canales o de avanzar en engaños de todo tipo.
Ante tal realidad, el Ministerio de Seguridad se ha mostrado totalmente incompetente. Eso sí, ha elaborado una gacetilla con consejos para que los mendocinos tomen sus precauciones.
“La estafa que se instaló hace unos meses en la provincia consiste en que delincuentes se contactan a través de las redes sociales, como Facebook, haciéndose pasar por compradores o vendedores. Así, pactan un encuentro con la posible víctima, quien al llegar al lugar sufrirá el robo del dinero o el objeto”, explica la cartera que comanda Levrino. En una especie de reconocimiento de que no tiene manera de combatir a esos cacos. Entonces, el ciudadano de a pie debe tomar sus propios recaudos.
Los consejos que brinda el Ministerio encima son básicos y nada reveladores: “Los especialistas advierten que hay que evitar pactar compras o ventas de bienes a través de las redes sociales y no informar datos privados sobre ninguna cuenta bancaria”.
Pero lo mejor está al final: “Se aconseja no comprar objetos en comercios no autorizados y menos aún si el precio de venta está por debajo de su valor de mercado y exigir siempre la factura o ticket al realizar una compra”.
Parece un chiste, pero no lo es. Y los que hacen este tipo de movidas no son humoristas: gobiernan una provincia. O eso dicen que hacen.
