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La ayuda de EEUU a Ucrania llega tarde: cómo podría reequilibrar los frentes

Pese a que la suma total puede ser llamativa, lo cierto es que no todo el dinero del paquete de ayuda irá destinado a Kiev.

Cerca de medio año después, el pasado 20 de abril la Cámara de Representantes de Estados Unidos dio finalmente el visto bueno al nuevo envío de ayuda militar a Ucrania. En total, más de 60.000 millones de dólares (más de 56.000 millones de euros) se destinarán a ayudar al Ejército ucraniano, que trata de resistir a toda costa para evitar que el retraso produzca más perdidas en el campo de batalla. En las últimas semanas Rusia se ha hecho con algunas localidades, consciente de que con este material en manos ucranianas su capacidad para colapsar el frente será mucho más escasa.

El paquete de ayuda a Ucrania contempla unos 12.000 millones de euros para entrenar, equipar y financiar las necesidades de las Fuerzas Armadas ucranianas y unos 9.300 millones de euros en “préstamos condonables” para apoyo económico y presupuestario vital, incluidos los sectores de energía e infraestructura. Además, la legislación aprobada permitiría la incautación de unos 6.000 millones de euros en activos rusos congelados en EEUU y que serían redestinados a un “fondo de ayuda para Ucrania”.

Pese a que la suma total puede ser llamativa, lo cierto es que no todo el dinero del paquete de ayuda irá destinado a Kiev. Más de la tercer parte de esta partida servirá para reponer los arsenales estadounidenses que perderán su stock con este envío, desgastados tras años de ayuda militar constante.

La ayuda llega en un momento clave de la guerra. Rusia parece haber tomado la iniciativa tras la toma de la disputada Avdivka. Desde ese momento ha continuado avanzando en varios frentes, sobre todo en la región de Donetsk. “Se está empezando a producir un colapso limitado. Rusia está avanzando en varias localidades de forma simultánea en una línea de unos 25 km“, explica a 20minutos Álvaro de Argüelles, analista de El Orden Mundial. “La ayuda no es que llegue in extremis, sino que llega tarde porque ya se están empezando a producir retiradas en localidades con valor estratégico. Sin embargo, podría ayudar a reequilibrar los frentes, porque sin esta ayuda Ucrania no podría aguantar”, reconoce.

¿Cómo afectará al desarrollo de la guerra?

Saber cuándo comenzará a llegar la ayuda (si es que no lo ha hecho ya parte de ella) es complicado, ya que depende del armamento y de lugar de salida. No es lo mismo munición y armas que está en stock que aquel que hay que fabricar. Con todo, medios estadounidenses aseguran que ya hay parte de ella que estaba en bases estadounidenses en Europa o incluso en Ucrania esperando al visto bueno del Congreso. De hecho, la propia Casa Blanca reconoció la semana pasada que ya se habían enviado misiles de largo alcance ATACMS.

“Si hay que fabricar eso tiene que pasar por el cuello de botella de la capacidad de la industria. Y, entonces, ahí ya podríamos estar hablando de más tiempo, pero es cuestión de semanas que llegue la que ya tienen preparada”, reconoce a este medio Salvador Sánchez Tapia, general de brigada del Ejército de Tierra e investigador principal del Center for Global Affairs & Strategic Studies. Para Sánchez Tapia Ucrania va a necesitar fundamentalmente dos cosas: munición de artillería convencional y defensa antiaérea. “Cuando se habla de defensa antiaérea todo el mundo piensa en los misiles Patriot, que son difíciles de producir, por lo que hay que acudir a las naciones que ya tengan. Por eso se ha mirado a España, que finalmente enviará estos misiles”, explica.

La consecuencia más inmediata en el conflicto será el equilibrio entre ambos países en cuanto la munición de artillería, una de las principales carencias de Kiev. Rusia ha ganado ventaja en la cantidad de munición de artillería que es capaz de acumular y de emplear, por lo que este envío acercará a Ucrania a los niveles que estaba manejando antes de que se produjera la crisis en el Congreso estadounidense, reconocen los expertos consultados.

“Ucrania necesita los sistemas antimisiles no solo para proteger Kiev sino también para mejorar la defensa de las estructuras energéticas, que han sido constantemente atacadas a lo largo de la guerra“, explica De Argüelles. El analista reconoce que hablar de una contraofensiva ucraniana como ocurrió el años pasado es “ciencia ficción” y que lo que se verá es una “estabilización de una nueva línea defensiva de trincheras que Ucrania está intentando construir” y que “recuerda a la línea Surovikinde de Rusia”.

Para el general de brigada la supervivencia de Ucrania está relacionada con la ayuda que pueda otorgar Estados Unidos y los países occidentales. “Si Estados Unidos no contribuye económicamente a apoyar a Ucrania, tal como están las cosas actualmente, Europa no sería capaz de cubrir el hueco“, agrega Tapia, que reconocer que no se esperan grandes movimientos en el frente.

Una medida leída en clave interna estadounidense

La travesía de Biden para aprobar este paquete no ha sido ni rápida ni sencilla. La política interna estadounidense ha jugado un papel fundamental. El Congreso llevaba desde diciembre de 2022 bloqueándola por las disputas entre demócratas y republicanos. Pero también por los desacuerdos dentro del propio partido Republicano, donde el presidente de la cámara baja, Mike Johnson, ha terminado enfrentándose al ala más cercana a Donald Trump.

Los republicanos pedía medidas para controla la frontera estadounidense con México a cambio del apoyo para el paquete ucraniano. Pese a que a principio de año todo parecía encaminado a un acuerdo, la previsible victoria de Trump en las primarias republicanas le dio el poder dentro del partido para frenarlo, ya que es una medida que este podría usar a nivel electoral de cara a las elecciones de noviembre. No obstante, la mala situación de Ucrania en el terreno ha acelerado la aprobación del paquete. “La inteligencia estadounidense le hizo saber a Johnson que si no se entregaba la ayuda no es que Ucrania fuera a tener retrocesos, sino que perdería de forma clara la guerra para finales de este año“, explica De Argüelles.

El cambio de postura republicana y la aprobación de la ayuda ha sido vendida por Biden como una victoria, que ha aplaudido la concordia exhibida por los representantes de ambos partidos y define la medida como necesaria para “los intereses de seguridad nacional de EEUU” y como un mensaje “claro sobre el poder del liderazgo estadounidense en el escenario mundial”. Las últimas encuestan muestran una tendencia clara del electorado demócrata e independiente en favor de aumentar el apoyo a Ucrania, por lo que podría darle réditos políticos.

Por otro lado, la ayuda para Ucrania se ha aprobado en un paquete conjunto que también cuenta con miles de millones de euros de apoyo a Israel; y cabe recordar que parte del mismo electorado a favor de Ucrania se ha mostrado contrario a la postura de su Gobierno de apoyo a al Estado hebreo. Como influirá está medida en Ucrania parece claro, como lo hará a nivel electoral en Estados Unidos todavía está por ver.

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