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Que vuelva el tren a Mendoza pero… “como la gente”

Especial para Diario Mendoza Today.

Enrique Mario Barrera
Enrique Mario Barrera

Después de 30 años de abandono de la actividad ferroviaria en nuestra provincia, hace un año tuvimos la vuelta de ese medio de transporte. Desde el primer instante las críticas, muy justificadas a mi entender, se hicieron notar. Esta semana salió hacia Retiro el último tren nuevamente. A pesar de ser una noticia que causa nostalgia y cierto grado de pena debemos tomarlo como algo positivo.

En las últimas décadas nuestra calidad de vida se alteró notablemente, nos empezamos a acostumbrar a vivir más limitados y en esa costumbre nos conformábamos con un tren que, para hacer el tramo Justo Daract hasta Palmira transitaba a 20 ó 30 kms por hora. Esa velocidad máxima mencionada está muy por debajo de la velocidad mínima ferroviaria para el transporte de personas a nivel mundial.

El motivo de esa baja velocidad es porque el sistema de vías está deteriorado; los 30 años que la actividad ferroviaria en toda la provincia se detuvo produjo la inevitable alteración por falta de uso, lo que se manifiesta en aflojamiento de terraplenes, lo que lo lleva hasta su desaparición y con ello el nivel de los rieles se altera junto a los durmientes. Utilizar vías flojas permite que al pasar los trenes por encima producen más vibración y maximizan los problemas.

El relevamiento de la estructura de más de 400 kms de vias realizado, extraoficialmente, en el departamento de San Rafael arrojó la misma problemática, los tramos existentes (alrededor del 80 %) están debilitados y no permitiría el regreso de trenes pesados, mucho menos los de trocha ancha como los que vimos hasta los años 90 del Siglo XX.

El solo motivo del paso del tiempo puso en riesgo la estructura ferroviaria; el viento y las lluvias aflojan el terraplén y por eso la seguridad para su uso se anula.

Estamos en un tiempo en que la actividad de trenes está en un limbo y habrá que ver como se enfrenta en el futuro. Sin dudas que si se pretende volver a tener ese medio de transporte deberán construírse vias nuevas capaces de realizar viajes seguros, veloces y acorde a lo que necesitamos y merecemos.

Chile ha comenzado a utilizar trenes que viajan a 160 kms por hora, similares a los de Europa, donde es común ver que se alcance esa velocidad porque así lo exige el Siglo XXI. Estemos un tiempo más sin ese medio de transporte pero cuando alguien comience a planificar la futura red de la provincia de Mendoza exijamos que sea con los parámetros que se utilizan en la actualidad en cualquier parte del mundo, analizando la trocha adecuada para trenes de pasajeros o de carga.

El tiempo actual de nuestra frágil economía nos pone en la disyuntiva a veces, de ahorrar para lograr las cosas pero también debe obligarnos a hacer obras de alta calidad lo que redundará en seguridad y confort. Estamos hoy transitando por un oscuro túnel pero al final del mismo veremos una luz y en este caso esa luz nos guiará directamente a vivir, por fin, en el Siglo XXI como nos merecemos.

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