En medio del tarifazo energético derivados del ajuste que lleva adelante Javier Milei, la mendocina Anabel Fernández Sagasti hizo una curiosa alegoría en sus redes sociales: “‘No pague la luz’ fue la consigna que unió a los mendocinos en abril de 1972. Estudiantes y trabajadores salieron a la calle para demostrarle a la dictadura militar que el pueblo, unido”, arrancó la hoy senadora nacional.
Acto seguido, aportó un poco de contexto: “La Mendoza de 1972 estaba convulsionada: el gobierno de facto de Francisco Gabrielli arrancó el año con medidas antipopulares que le valieron 2 paros generales, pero la gota que rebalsó el vaso fue el anuncio de un 300% en la energía eléctrica”.
La legisladora recordó que, “según fuentes de la época el salario promedio no superaba los $40.000 y con el incremento decretado por Gabrielli (con complicidad de la dictadura de Lanusse) la tarifa de la luz llegaba a $18.000 por casa. Impagable, insoportable. Salarios chatos, recesión económica y un golpe indiscriminado al bolsillo de las familias y la industria. Les suena?“.
Y avanzó: “Sigamos… a raíz de este aumento se organizó la Coordinadora ‘No pague la luz’, cuya fuerza creció exponencialmente y su mensaje se extendió por cada barrio de la provincia. Y el pueblo se cansó, se picó todo. El 4 de abril, luego de una organización ciudadana sin precedentes, donde no importó la ideología política ni la posición económica, una multitud llegó a Casa de Gobierno“.
Fernández Sagasti detalló cuáles fueron los reclamos: “Que se retrotraiga el aumento de la luz y, en última instancia, la renuncia del gobernador. La represión de la dictadura, que había prohibido el reclamo, no se hizo esperar y fue letal: el canillita Ramón Quiroga perdió la vida por una bala policial en pleno Parque Cívico. En los días siguientes, con la protesta trasladada a los barrios, fueron asesinados por la policía la comerciante Susana Gil de Aragón y el estudiante Luis Mallea. A todos ellos, mi honor y respeto”.
Y culminó: “La protesta duró varios dias y terminó con la renuncia de Gabrielli, la Junta Militar retrotrayendo el precio de la tarifa eléctrica y el antecedente imborrable de que cuando los estudiantes y trabajadores se unen por una causa justa, son imposibles de parar”.
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