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El café, aroma a tradición, sabor a futuro

Un puente entre lo cultural y comercial. Por Iván Nolazco. Escritor, Especialista en Franquicias. Catador de Café Especial.

El café, más que una bebida, es un espacio de encuentro y desarrollo cultural. Más que un lugar para consumir una bebida, el café ha sido históricamente un escenario de encuentro e intercambio cultural. Estos espacios, con sus características únicas, van más allá de servir café. Se trata en realidad de centros sociales donde las personas se reúnen para compartir ideas, debatir, escribir, trabajar y disfrutar de la compañía de otros asistentes.

Ambiente propicio para la creatividad

Los cafés ofrecen un entorno propicio para la creatividad. No solo son espacios inteligentes y funcionales, sino que también poseen una identidad única en su diseño (placemaking) que refleja tanto la tradición y la historia como la evolución de estos lugares. Esta identidad se convierte en una marca (placebranding) que facilita el desarrollo comercial y el posicionamiento del negocio que en su conjunto forman una franquicia.

Legado histórico

Disfrutar de un café en las mesas donde históricamente políticos impulsaron grandes transformaciones, escritores crearon ficciones y artistas encontraron inspiración es un verdadero privilegio. Establecimientos como el Café La Habana en Ciudad de México —donde se dice que Fidel Castro y el Che Guevara planificaron la revolución—, el Café Tortoni en Buenos Aires —donde se sentaban Jorge Luis Borges y Federico García Lorca— o el Café de Flore en París —donde era frecuente toparse con Pablo Picasso o André Breton— son solo algunos ejemplos de la rica historia que impregna estos espacios.

Reflejo de una cultura

El café es el mejor escenario para apreciar esta tradicional bebida. Su historia se ve reflejada en la estructura del lugar, mientras que la perfección de su sabor se manifiesta en la fragancia y aroma que se desprenden de cada taza.

Y no obstante que nada es estático y que lo único constante es el cambio, como dijera Heráclito de Éfeso varios siglos antes de Cristo, el café no ha perdido su carácter cultural y socializador, a pesar del avance del mundo digital. En el siglo XXI, nos encontramos sentados a una mesa disfrutando no solo de un café, sino también socializando en un universo que, en cierto modo, podría considerarse una versión análoga de las redes sociales.

Equilibrio entre tradición, cultura e innovación

El mundo del café se halla en constante transformación cultural y comercial. Esta evolución permite desarrollar productos que mantienen ese arraigo por la tradición y la cultura, a la vez que se adaptan a las nuevas tendencias. De esta manera, encontramos productos que representan una costumbre, un personaje histórico o literario, o un acontecimiento nacional. En ellos prima el ingenio y la creatividad del autor, convirtiéndolos en unidades de negocio con un fuerte componente relacionado con el acervo.

José Donayre, Escritor, Editor y Gestor Cultural Peruano. Empresario Proyecto CAFCA.

Cafca: ejemplo de rescate e innovación cultural

Cafca es un proyecto ambicioso que no solo cumple con la calidad y tradición del café, sino que también retoma esa identidad que relaciona esta bebida con la literatura. Este proyecto, encabezado por el escritor José Donayre Hoefken, busca crear una experiencia única que va más allá del simple consumo de este producto.

En realidad es un proyecto que se remonta a los primeros italianos que llegaron a la selva central peruana en la última década del siglo XIX para dedicarse a la siembra y cosecha del café, para convertir altos bosques de niebla en fincas productivas, siguiendo cuidadosamente procesos de recolección de granos, para acabar en un tostado y molienda de particular perfil. Entre estos europeos que atravesaron los Andes, los registros dan cuenta del genovés Arturo Molinari Raggio, bisabuelo de José Donayre Hoefken, quien fundara la finca Giuseppe Garibaldi hasta convertirla en un campo productivo.

Interesante advertir que este migrante italiano no solo sembró café y echó raíces en el Perú, sino que años después escribiría diversas obras teatrales, siendo una de ellas «Libertas o la independencia del Perú», publicada en 1921, es decir, a cien años del grito de la proclama emancipadora que lanzara el argentino más grande de todos los tiempos.

Así, bisabuelo y bisnieto, afiatados por los mismos ímpetus y pasiones, constituyen un particular paralelo que realza el vínculo entre el café y la escritura creativa. Después de todo, la experiencia de sembrar y escribir es en el fondo el cultivo de la paciencia. Bisabuelo y bisnieto, cada uno en su época, pero con una misma experiencia de vida, encuentran en el café un refugio donde las volutas inspiran y sus historias cobran vida.

El café no solo es el escenario, sino también un personaje protagónico en esta historia compartida. Sus vapores aromáticos impregnan las páginas en blanco, mientras que su sabor amargo y ácido estimula la creatividad y la reflexión. Así, grano en el campo o bebida en el establecimiento, el café se convierte en un hilo conductor que une a varias existencias en diferente momentos, un legado intangible que se transmite de generación en generación, y que se plasma en las páginas de un libro.

Café Especial CAFCA, 85,6 puntaje de cata en taza. Cultivado 1800 m.s.n.m. Parque Nacional del Café de la cuenca del Palomar, Chanchamayo – Perú.

El café como experiencia

El café no es un simple lugar o una simple bebida. Es un viaje a través de toda una cultura de varios siglos que atrapa a quien lo bebe no solo en aroma y sabor, sino también en la experiencia que representa.

Descubrir el mundo del café es una obligación para quien de pronto queda prendado de sus volutas. Todo empieza al dejarse envolver por su ambiente, su aroma y su sabor. Luego, solo es cuestión de sumergirse en su historia, tradición y no pocos misterios. Por último, experimentar la magia de un lugar donde la tradición se encuentra con la innovación. Ahí, entre aromáticos claroscuros, las ideas y la creatividad fluyen libremente… porque en ese lugar, con ese café, todo es posible.

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