Cada acción que no se realiza desde cada vivienda y cada habitante mendocino en su propio metro cuadrado, hacen de la provincia un lugar cada día un poco más contaminado y más sucio.
El derroche del recurso hídrico en plena crisis, la quema de residuos a cielo abierto que incluye hojas, productos de poda y desmonte, la disposición de residuos sólidos urbanos (RSU) en sitios no autorizados, el vuelco de efluentes, entre otras situaciones frecuentes, como el tirado de aceite en los talleres o patios de comidas es también contaminación ambiental.
Un informe publicado por Bien Cuyano y realizado con información pública detalló la realidad “residual” de cada departamento de la provincia.
Mendoza produce más de 330 kilos de residuos por persona al año, mientras que un habitante de países asiáticos produce 230 kilos anual, esa cifra está por encima del promedio mundial que es de 270 kilos al año de basura per cápita.
En promedio, se genera más de 1 kilo de basura por día por persona, esto incluye lo que son residuos orgánicos e inorgánicos.
Cerca del 30% de la basura que levantan los recolectores es residuo orgánico. El resto está compuesto por: papel y cartón el 14%, un 13% de plásticos, madera el 9%, el vidrio representa apenas el 3%, materiales ferrosos el 1% y un 14% son productos de distinta composición.
El Gran Mendoza es el principal productor de residuos, con más de 1.000 toneladas diarias, lo que representa el 70% de la basura de la provincia.
Le sigue el sur mendocino, con más de 250 toneladas por día, o sea, el 15%. Después está, con el 11% la zona Este, con más de 200 toneladas, y en último lugar, el Valle de Uco con más de 70 toneladas al día, es decir, el 4%.
El 70% de los residuos del área metropolitana va a parar a Las Heras, más de 200 camiones por día todo el año.
Junín cuenta con una planta de reciclaje municipal, y el destino del material recuperado varía según la oferta y la demanda. En ese departamento se elaboran ladrillos para la construcción, y en Maderas Plásticas Mendoza, se fabrican postes y otros productos a partir del plástico que ellos mismos reciclan en colaboración con ese municipio.
En el Valle de Uco, los municipios conformaron un consorcio y trasladan sus desechos a un mismo centro de disposición final (relleno sanitario controlado), en San Carlos.
En la zona Este derivan la basura al relleno sanitario de Rivadavia, y ya hay una planta de transferencia en San Martín.
San Rafael, el principal generador de residuos en el Sur con más de 150 toneladas diarias solo cuenta con un vertedero controlado.
General Alvear y Malargüe poseen una planta de clasificación que está bajo la órbita municipal, pero está gerenciada por una cooperativa de recuperadores que obtienen ganancias del material que logran reciclar y vender.
