Estancamiento futbolero mendocino: el Consejo Federal del Fútbol versus la Liga Sanrafaelina
¿Alguien está pensando realmente en el fútbol Federal?
La desmesurada presión que ejerce el Consejo Federal tendiente a quedarse con el manejo de la liga local muestra la debilidad de la dirigencia que ha llevado adelante el funcionamiento de nuestro fútbol y el estancamiento que tenemos desde hace décadas.
Para entender qué papel juega el Consejo Federal hay que remontarse a los años 1931 a 1935 cuando se formaba lo que hoy conocemos como AFA Asociación del Fútbol Argentino.
En esos años los clubes importantes de Buenos Aires ciudad y de ligas invitadas como la de Rosario, Santa Fe, Santiago del Estero, La Plata y alguna otra decidieron formar esa liga nacional. En ese momento las numerosas ligas llamadas “del interior” quedaron huérfanas en todo el país; hacia 1934 decidieron formar la Confederación del Fútbol Argentino, en forma paralela a la AFA, a tal punto que la confederación realizó contactos con la FIFA para inscribirse oficialmente como liga nacional.
El peso de los clubes de la AFA, que todos conocemos, pidió que los clubes “del interior” desistieran de ese trámite y procedió a formar el Consejo Federal que todavía nos abarca para mantener a esos clubes bajo el estatus de “amateur”, es decir “de segunda”.
Todas estas décadas han sido de sometimiento hacia el fútbol provincial. En algunos momentos se hicieron torneos donde se permitió que clubes amateur participaran de igual a igual con los clubes profesionales, eso se dió a finales de la década del 30 del Siglo XX y principios de los 40 con un torneo parecido a la actual Copa Argentina, pero fue fugaz.
Luego aparecen los Torneos Nacionales de los 80 que se realizaron con clubes profesionales y algunos amateur, entre los que podemos recordar la participación de Huracán de San Rafael; esos torneos se hicieron hasta que un equipo amateur estuvo cerca de ganarlo, recordar Talleres de Córdoba cuando casi le gana a Independiente de Avellaneda y eso no le gustó, evidentemente, a los clubes profesionales autollamados “los grandes de Argentina”.
Entonces en los últimos años aparece la renovada pero desigual Copa Argentina, donde participan 64 equipos de los cuales casi la mitad son clubes “profesionales” y el resto de “ligas del interior”. Esa desigualdad es protegida por el Consejo Federal del Fútbol Argentino con la finalidad de no alterar el protagonismo de los clubes “dueños del fútbol” en nuestro país.
Si se quisiera hacer algo realmente federal tendría que ser un torneo en el que participen solo los campeones de cada provincia argentina incluyéndo CABA y con clasificación directa, el campeón a la Copa Libertadores y el subcampeón a la Copa Sudamericana, por ejemplo; de esta manera se jerarquizaría el fútbol en las 250 ligas que posee nuestro país dándole igualdad de oportunidades a los clubes y jugadores de toda la geografía nacional y que no se realicen los asfixiantes torneos regionales federales ni otros de segunda categoría como los actuales. Para ello las ligas tienen que ser dirigidas por sus propios estatutos y no depender del Consejo Federal que solo está para mantener a esos ligas dentro del amateurismo que no los deja despegar.
Todo depende de la voluntad de las dirigencias provinciales y departamentales, las que deben actuar defendiendo a nuestro fútbol con la perspectiva de llevarlo a ser profesional de una vez por todas y dejar de ser “partener” de los privilegiados de siempre.
