Economía

🛢️ El petróleo pesado de Mendoza ya rinde frutos

Los desarrollos en los bloques Llancanelo y Lindero de Piedra aportan hasta 2.300 barriles por día. Se trata de crudos de bajo graduación API, en el extremo opuesto al petróleo superliviano de Vaca Muerta.

Es un hecho: la producción de petróleo de Vaca Muerta creció tanto en los últimos años que actualmente casi la mitad de los barriles que se extraen por día en el país provienen de sus yacimientos. Sin embargo, se trata de un petróleo súperliviano, con un mal rendimiento en la elaboración de gasoil, pero para el cual los nuevos desarrollos que encara Mendoza en el segmento de los pesados podrían funcionar como su complemento ideal.

El desarrollo mendocino más avanzado en este segmento de los crudos pesados es el que lleva adelante YPF en el área Llancanelo. Allí la firma de bandera lanzaron a fines del año pasado un plan de inversión de 103 millones de dólares para la realización de cinco pozos en la fase piloto y el tendido eléctrico de la zona.

Esta segunda medida no es nada menor, dado que se trata de un petróleo tan viscoso que en algunos casos requiere de calentadores de fondo para poder llegar a la superficie de los pozos sin solidificarse.

El director de Hidrocarburos de Mendoza, Estanislao Schilardi, explicó a Diario Río Negro que «el crudo pesado a temperatura ambiente termina siendo como un dulce de leche frío que uno da vuelta el pote y no cae. Entonces para que fluya se requiere a veces instalar calentadores de fondo o tener camiones calefaccionados para el transporte o tracing -heat trace- en los ductos y eso requiere mucha más inversión, mayores costos y da menores ganancias».

Precisamente ante este escenario es que Mendoza fomentó estos desarrollos con un plan de reducción de regalías y en este bloque YPF ya alcanzó una producción cercana a los 1.900 barriles por día (unos 300 metros cúbicos diarios) de un crudo que tiene una gravedad API de entre 14 y 15 grados, en contraposición a los 42 grados en promedio que tiene el shale de Vaca Muerta.

El segundo desarrollo en la ventana de los crudos pesados es el que llevan adelante las firmas Hattrick Energy en asociación con la Empresa de Energía Mendocina (Emesa) en el bloque Lindero de Piedra. En este caso también se trata de un petróleo con una gravedad cercana a los 15,8 grados API, y según detalló Schilardi ya está aportando unos 400 barriles de petróleo por día.

Lo destacado de este desarrollo es que la concesión se otorgó hace muy pocos meses, en abril, con un plan de inversión de 27 millones de dólares para la realización de 27 pozos.

«En Mendoza tenemos muchas oportunidades en lo que es el crudo pesado porque estamos bien en el borde de la Cuenca Neuquina y hay mucho potencial con el crudo pesado que está teniendo mucha importancia hoy en el mundo», indicó Schilardi.

Y sumó que «el trabajo que está haciendo YPF en Llancanelo es muy bueno y está teniendo muy buenos resultados. Y el otro proyecto es en la concesión Lindero de Piedra. Los dos ya están produciendo, son concesiones interesantes».


Avanza la perforación hacia Vaca Muerta

Los primeros pozos con destino a la formación shale por fuera de Neuquén se ubican en Mendoza, en un piloto que realiza YPF con una inversión de 17 millones de dólares. Schilardi explicó que «YPF está en estos momentos perforando del lado mendocino de Vaca Muerta, está terminando el primer pozo» y detalló que se espera que la fractura y completación de este pozo «se de en noviembre o diciembre».

La exploración de esta parte de Vaca Muerta comenzó hace varios meses atrás pero tuvo un traspié en su desarrollo. «En el primer pozo se hizo la perforación del tramo vertical, pero hubo algunos temas operativos con una herramienta así que movieron el equipo hacia el segundo pozo y ahí sí pudieron hacer la rama horizontal de 1.000 metros», recordó el directo de Hidrocarburos de Mendoza.

Tras completar la perforación de ese primer pozo la semana pasada el equipo de perforación volvió a dirigirse hacia la primera locación, donde resta completar la rama horizontal.

«Estos son pozos exploratorios, uno irá al norte y otro hacia el sur, porque la idea es conocer bien la productividad que hay porque el petróleo está. El driver es si la productividad justifica un plan de desarrollo de más de 100 pozos», aseguró Schilardi.

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