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Jorge Macri se mostró neutral en la interna de Juntos por el Cambio y advirtió: “Con los piqueteros voy a tener conflicto”

Entrevistado por Agencia NA, el aspirante a la Jefatura de Gobierno dejó en claro su postura frente a los cortes en la Ciudad: "El kirchnerismo instaló una lógica de precariedad".

El precandidato a jefe de Gobierno por el PRO, Jorge Macri, busca ser la continuidad del proyecto político que inició su primo Mauricio Macri, en 2007, y que piloteará hasta el próximo 10 de diciembre el presidencialista Horacio Rodríguez Larreta. En una entrevista concedida a la agencia Noticias Argentinas, en sus oficinas del barrio de Núñez, Macri dejó en claro su postura sobre uno de los temas centrales en la campaña porteña: “Con los piqueteros, o los que quieran desordenar el espacio público, voy a tener conflicto“.

Para el actual ministro de Gobierno de Rodríguez Larreta, que se cruzará en la interna de Juntos por el Cambio (JxC) con el candidato de la Unión Cívica Radical (UCR), Martín Lousteau, el uso de la “fuerza pública” será clave para “ordenar” la calle. En su criterio, “el arte de gobernar” pasa “por enfrentar los conflictos” y continúa: “A veces, alcanza con el diálogo, otras veces, no”.

En esa línea, el aspirante a retener Uspallata para el partido amarillo apuntó contra el kirchnerismo al argumentar que es el culpable de instalar “una lógica de mucha precariedad y desorden como norma general”. De cara a la interna nacional de JxC, Macri tomó una postura neutral entre Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, la otra presidenciable del espacio, y destacó: “Yo logré algo y tengo que cuidarlo: soy el candidato de los dos“.

A continuación, los principales pasajes de la conversación:

NA— ¿Por qué la gente que vota a Juntos por el Cambio en la Ciudad lo tiene que votar a Jorge Macri?

JM—  Porque el porteño busca gente con experiencia de gestión. Mauricio (Macri) era eso, Horacio (Rodríguez Larreta) también era la continuidad de una gestión que estaba y creo que yo traigo eso a la mesa…La experiencia de saber conducir equipos, de haber gobernado una ciudad (Vicente López), que aunque es más chica, tiene perfiles y realidades similares a las de la ciudad de Buenos Aires.

— La idea de “recuperar el espacio público” yace en la mayoría de los precandidatos. ¿De qué manera abordaría esa discusión? 

— Hay dos medidas que son de orden nacional, que son compromiso tanto de Horacio como de Patricia, y que tienen que ver con quitar la intermediación a los líderes sociales. A eso le agrego algo, que para mí es muy importante, que es que ‘los niños no pueden estar en la marcha’. Después, lo que tenemos que usar es la fuerza pública. Ordenar con el uso de la fuerza pública. Vos no podes hacer lo que querés. Alguien te va a frenar y controlar. El kirchnerismo instaló una lógica de mucha precariedad y desorden como norma general. Además, no solo están en juego el derecho al reclamo social y a la circulación, sino también el derecho a la salud, al trabajo y al estudio. Ese rol del Estado, para mí, es el indelegable: va a haber conflicto. Para mí, el arte de gobernar es enfrentar los conflictos si los hay. A veces, alcanza con el diálogo, otras veces, no. Probablemente, con los piqueteros, o los que quieran desordenar el espacio público, yo voy a tener conflicto. El conflicto que yo no tengo con ellos, lo sufre la gente. Yo estoy para defender el derecho de esa mayoría silenciosa.

— ¿Era necesario llegar a la instancia de internas en la Ciudad? La mayoría de los dirigentes políticos dicen que la gente les pide “trabajen juntos”

 — Sí, pero también la gente te dice “no decidan a dedo”. Entonces, ahí también hay un doble deseo. La gente espera que nosotros resolvamos la internas lo mejor posible, o sea, con un buen nivel de convivencia. Tampoco al porteño le gusta que le impongan candidatos a dedo. Hoy estamos en un momento donde es natural que se dé una competencia entre el PRO y la UCR, con cada uno de nuestros aliados también. Expresamos dos miradas distintas de la Ciudad, dentro de un mismo espacio, pero con matices.

— Martín Lousteau dice “Jorge Macri no quiere debatir”, “Jorge, el viaducto…”. ¿Ponen reglas? ¿Hablan?

 No, que él hable de lo que quiera. Yo voy a hablar de lo que tengo ganas, que son propuestas para los porteños. Me lo cruzo ocasionalmente. No es una persona con la que tenga relación. No hemos compartido ámbitos comunes de trabajo. Hemos hecho algunas acciones en la Ciudad, pero no es alguien con quien tenga relación. Por lo tanto, no es alguien con quien voy a levantar el teléfono para dialogar.

— ¿Cómo lo define como rival interno?

— Es el candidato de la UCR, punto. No hago juicio de valor de los demás. Siempre me caractericé por ser más propositivo, que discutir ‘gente’.

— ¿Genera ruido la posibilidad de que el radicalismo pueda ganar la interna y gobierne la Ciudad? 

— Más que ruido es el camino de la competencia que se dio y me parece que está bueno. Por ahí, algunos pensaban que el camino hacia ellos iba a estar más allanado, pero apareció una buena competencia de parte del PRO. Rescato haber sido el candidato de síntesis del PRO.

— ¿Esos ‘algunos’ que intentaron, en su criterio, “allanarle el camino” a Lousteau están dentro de JxC o afuera? 

— No, seguramente en todos lados. Debe haber algunos dentro del PRO que pensaron que el camino era ese, pero ya está.

— Dicho esto, ¿están dadas las condiciones para que el 14 de agosto trabajen juntos? 

— Sí, pero eso se construye día a día. Desde mí lugar la voluntad está, pero hay que construirla todos los días. Me parece que el nivel de virulencia que algunos momentos tomó la campaña y particularmente con el tema Franco Rinaldi, pone en juego un poquito eso. Pero ya está, no me siento ofendido.

 ¿Qué evaluación hace sobre lo que sucedió con Rinaldi?

— No me gustó que primero pidan la renuncia y cuando lo hacen dicen que ‘no alcanza’. Hay un principio bíblico bastante relevante que es la disculpa, el pedido de perdón y el aprendizaje. Todos queremos vivir en libertad y eso conlleva también a cometer errores. El límite del ‘no error’ llevaría a una vida muy acotada. ¿Cuál es esa contraposición? Reconocer, aprender, corregir, pedir disculpas… A mí me parece que él lo hizo de manera honesta y hubo un ensañamiento brutal. Lo que más me preocupó fue Franco como persona, estaba muy afectado. Dicho esto, reconozco también que las cosas que dijo no están bien y las repudié. No me gustan ni siquiera desde el plano del humor.

— ¿Se esperaba esta intensidad en la interna nacional de Juntos por el Cambio? 

— Sí, me imaginaba una competencia intensa porque tienen perfiles y roles distintos e historias de vida diferentes. Además, sobre todo porque no hay una competencia real en el oficialismo nacional. En ese contexto, nos llevamos toda la atención nosotros. En el Gobierno hay una PASO fake, acá hay una competencia real e interesante, que yo creo que nos va a permitir hacer una muy buena elección y después está el desafío de cómo contenemos todo eso.

— Se lo vio cerca de Patricia Bullrich en los últimos días. ¿Comulga más con su propuesta que con la de Horacio Rodríguez Larreta?

— Yo comulgo en misa, nada más, pero más allá de eso, me llevo muy bien con los dos. En realidad, en términos de actividades y fotos tengo muchas más con Horacio. Por ahí llama más la atención que alguien que está en el equipo de gestión de la Ciudad tenga también fotos con Patricia, pero yo logré algo y tengo que cuidarlo: yo soy el candidato de los dos. Por lo tanto, los dos son mis candidatos a presidente.

— Después de las PASO Juntos por el Cambio tiene que ampliar la base electoral, pero ambos tienen perfiles distintos, como señaló. ¿Van a ir a buscar distintos perfiles de votantes, en el caso de que se imponga Rodríguez Larreta o Bullrich?

— No, los dos van a tener que ir a buscar a todos los votantes posibles. Va a haber votantes en distintos espacios. Seguramente, habrá una participación mayor en la Generales que en las PASO, cosa que siempre ocurre. Esperemos que en la Ciudad tengamos una elección de mucha participación, me preocupa eso. Pero después hay que ir a buscar toda impresión no kirchnerista que haya dando vuelta por el electorado. Ese esfuerzo lo tendrá que hacer gane quien gane la interna.

— ¿Serían votos similares que podrían ir para el lado de Sergio Massa? Que encarna un perfil “moderado”

— El mecanismo de ‘Alberto’ ya se agotó. Eso que pongo uno que parece bueno y educado, y que la gente no se va a dar cuenta, ya está. Se agotó. No creo que la gente crea que detrás de Massa hay moderación.

— ¿Cómo sería la ampliación de la base electoral? ¿Supone un avance en acuerdos como el que intentó Rodríguez Larreta con Juan Schiaretti?

— La base electoral se amplía con la gente, no con los dirigentes. La gente no sigue dirigentes mágicamente. Esos experimentos, en general, fracasaron. Hay que hablarle a la gente y convocarla.

 ¿Ya hablaron qué pasará el 11 de diciembre con el cheque de la coparticipación pendiente, si llega alguno de los presidencialista de JxC a la Casa Rosada?

— Por supuesto. Ahí hay un mandato de la Corte Suprema que todavía se está incumpliendo. Ninguno de los dos lo haría, es decir, continuaría en esa línea. Hoy tenemos un presidente en rebeldía. Eso está hablado. También hay otras autonomías que la Ciudad necesita y que no tiene.

— Por ejemplo…

— El puerto de la ciudad de Buenos Aires. Es la única ciudad que no tiene ninguna gobernanza respecto de su puerto. La IGJ; en Justicia también tenemos una autonomía imperfecta, no solo en lo penal, sino también en lo laboral; los bajo-autopista.

— Actualmente, dentro del Gobierno de la Ciudad, las diferentes fuerzas que integran JxC tienen un lugar. ¿En un eventual gobierno, mantendría ese modelo?

— Yo no lo loteo gobiernos, elijo al mejor equipo posible. No me preocupa mucho de dónde vengan, pero no es un loteo. Hay gente valiosa en muchas fuerzas políticas y dentro de Juntos por el Cambio. Por ahí, algunos todavía no tuvieron la chance de demostrar tanto sus posibilidades de gestionar.

— ¿En la Ciudad hay funcionarios que no funcionan?

— No, yo no tengo esa percepción, pero creo que yo vengo a darle un perfil distinto al Gobierno. Uno se plantea como superar a lo que ocurrió hasta ahora, si no tendría poco sentido presentarme como candidato. Yo quiero ser la suma de Mauricio y Horacio, pero superarlos. La vara me queda alta, pero también un punto de partida distinto.

— ¿Qué rol debería cumplir Mauricio Macri a partir del 11 de diciembre, en el caso de que JxC llegue a la Presidencia?

— El rol se lo asignará cada uno. Para mí será una persona de referencia y de consulta permanente. Yo me imagino siendo jefe de Gobierno consultándolo. Su experiencia es sumamente válida. De nosotros, es el único que estuvo en la Presidencia. Juega otra liga.

El ping pong a Jorge Macri

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