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Así el kirchnerismo robó 3.500 millones de dólares en la cara de todos, parte 2

Por Marcelo López Masia, especial para Diario Mendoza Today.

(Viene de esta nota anterior) El Fútbol para Todos acumuló un déficit de 1.200 millones de dólares cubiertos por el Tesoro y deuda interna.

Entre 2009 y 2015, el programa que se anunció como autofinanciable terminó con un rojo equivalente al 98% de los costos previstos.

Por ello, debió echarse mano a recursos de la Anses y el Banco Central, entre otros.

Así fue la evolución del déficit en dólares del kirchnerismo.

-En 2010, con el dólar a tres pesos con 60 centavos, se perdieron 148 millones de dólares,

-En 2011, con una divisa norteamericana estable, tuvimos rojo por 190 millones de palos verdes

-En 2012, se trepó hasta los US$ 246 millones de moneda estadounidense.

-En 2013, tras devaluación de nuestra moneda, se esfumaron 214 millones de dólares

-En 2014, tras otra nueva depreciación del peso, llegamos a 195 millones de verdes de pérdida.

-En 2015, la sangría superaría largamente los 200 millones de dólares..

Todo esto ocurría en el marco de una aceleración lógica en la pauta privada dentro de la cartelería Led.

El deporte más popular no era mejor que años anteriores pero, gracias a que ahora era universal (y que todos lo podían ver de manera gratuita) las audiencias crecían y clásicos como River-Boca superaban los 30 puntos de rating.

Los sponsors querían ser parte de ese fenómeno comunicacional pero, como ya hemos detallado, tuvieron vetado durante seis años el ingreso por la puerta principal.

Por el contrario, les daban acceso por una ventana lateral previo pago de fuertes peajes a VHS Sports, el Frankestein aprovechado por el Kartell para quedarse con la pauta particular.

 

¿Cómo sabemos que la cartelería LED era todo un suceso?

Muy fácil, los anunciantes ya superaban los 120 y se tuvo que recurrir a una segunda hilera de pantallas dentro de los estadios para poder cumplirle a “todos y todas”.

¿Cómo sabemos que las principales firmas que ingresaban a la cartelería eran de VHS Sport? Nada más sencillo. La misma firma lo anuncia a todas luces en su página principal de internet. Se trata de nada menos que 25 coincidencias:

Presidencia de la Nación

Páginas Amarillas

Oil combustibles

Movistar

Michelin

Hileret

Grupo Peñaflor

Despegar.com

Coca Cola

La Caja de ahorro y seguros

Bridgeton

BBVA

Banco Julio

Banco Hipotecario

Arnet-Speedy

Aerolineas Argentinas

Aeropuertos Argentina 2000

Banco Santander

Rapipago

Quini 6

Powerade

Personal

Legislatura porteña

Adidas

Aníbal Fernández y su tremendo “error” de calculo

No existe el dinero público. Sólo existe el dinero de los contribuyentes”, repite como un mantra el conservadurismo inglés.

Hacia fines de 2009, el ex jefe de Gabinete de CFK Aníbal Fernández sostenía que estaba buscando un “modelo de negocios” que permitiera la auto sustentación del Fútbol para Todos. Preparaban la trampa para adaptarla a una ley.

Se había comprometido a que los privados pagarían una movida millonaria y que los dineros sobrantes servirían para el sostenimiento del deporte amateur y las competencias olímpicas.

Clarín y TyC no estaban del todo preocupados por la estatización del fútbol ya que ahora podrían sus cable-operadores emitir los partidos sin tener que pagarle una fortuna a la AFA por los derechos de transmisión.

Al mismo tiempo, se preparaban para un juicio descomunal contra el Estado Nacional y la entidad que presidía Julio Grondona por los incumplimientos contractuales que generó la irrupción del FPT. Pero, en la Casa Rosada no se mostraban inquietos.

Las potenciales demandas las pagaría la “caja boba” del erario público y el esfuerzo impositivo de los ciudadanos.

La “gratuidad” de las televisaciones sería en realidad afrontada por las exacciones a que es sometida el conjunto de la sociedad argentina que soporta una de las mayores presiones tributarias del sub continente.

El propio Aníbal Fernández se encargó de contarles a los contribuyentes los motivos del cambio copernicano que daba su gobierno en apenas seis meses de gestión de este programa.

En lugar de tener ganancias extraordinarias descubrimos de pronto que habíamos ingresado a un sistema donde el Estado perdería casi el cien por ciento de su “inversión”.

Según Fernández, las pautas publicitarias de capitales privados del “Fútbol Para Todos” debían retirarse porque “daban muy poco” rédito en relación a los segundos de aire que reclamaban.

Señalaba también que la erogación de semejante masa de dinero se hacía en “beneficio de la sociedad”.

“Cuando hicimos la cuenta del dinero que nos aportaban los particulares, nos daba muy poco en relación a la pérdida de segundos que teníamos. Qué sentido tenía que el Estado haga ese pésimo negocio. Por poco dinero terminamos dando casi la mitad de los segundos“, dijo el entonces jefe de Gabinete sin ruborizarse.

Y agregó: “Por eso tomé la decisión de no tener más publicidad privada, ya que el beneficio que reportaba era nada y perdíamos la mitad de los segundos”.

En una empresa privada, semejante “error” de cálculo motivaría el despido casi inmediato del gerente a cargo del malogrado plan. Pero, mientras estuviera vivo Néstor Kirchner, Aníbal sabía que tenía sus espaldas cubiertas.

Unos meses más tarde, tras la muerte del ex presidente, fue eyectado de la Jefatura de Gabinete a las pocas semanas y debió retornar al llano.

De acuerdo con un estudio, de la consultora Search, en cada partido del Apertura de 2009 hubo 470 segundos de publicidad oficial, frente a los escasos 53 segundos de anunciantes privados.

En términos de facturación, cada cotejo tuvo más de medio millón de pesos estatales (572.175 pesos), y apenas noventa y un mil pesos de aportes privados.

No aclaró el hoy ministro de Seguridad que su drástica determinación nunca fue refrendada por un decreto o una ley.

Todo quedó en agua de borrajas y el “error” de cálculo del kirchnerismo le terminó costando a la caja nacional nada menos que 200 palos verdes cada doce meses.

El malogrado candidato a la gobernación bonaerense en 2015 llegó a decir por entonces en diálogo con radio Continental que “la publicidad oficial es una obligación constitucional”.

Lo que no aclaró nunca el dudoso abogado y contador es que la divulgación de los actos de gobierno no debería costarle nada a la administración pública porque nuestras leyes de Radiodifusión disponen una cantidad de segundos tan escalofriante como gratuita para el poder concedente.

Este sistema deficitario pergeñado por los K no tiene antecedente alguno en el mundo. Hasta las restrictivas cadenas de TV estatales europeas aceptan que haya durante algunos minutos pauta privada de propaganda comercial.

¿Por qué el conjunto de la sociedad argentina debería pagar por un deporte que no les gusta a todos?

¿Por qué los aficionados a otros deportes como el básquet, el vóley o el hockey no tendrían un beneficio similar?

El Fútbol Para Todos pagó fortunas y postergó obras vitales mientras uno de cada tres argentinos vivía en la pobreza (Continuará).

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