Christian SanzMendoza en foco

🙄 El primer gran error de Omar De Marchi en su carrera a la gobernación mendocina

Su discusión con Mario Vadillo lo ha desvalorizado. La sociedad no quiere más enfrentamientos ni violencia. Una lección bien mendocina.

Venía bárbaro. El tipo esquivaba los improperios y las provocaciones como un campeón. Mientras tanto, no paraba de caminar y armar. Y ello se traducía en el consecuente crecimiento de su imagen.

Pero un día ello se desmoronó como un castillo de naipes, porque el tipo se dejó llevar por la sulfuración, provocada por puntuales cuestionamientos de otro tipo, Mario Vadillo, muy menores.

El cruce, ocurrido durante la Fiesta de la Ganadería, fue la comidilla de los medios mendocinos durante el fin de semana. Y las redes sociales se hicieron eco de lo mismo. Con fuertes dosis de repudio por lo ocurrido.

Porque la ciudadanía ya no quiere más discusiones estériles, ni cruces infructuosos, sino propuestas concretas para resolver sus acuciantes problemas, que no son pocos.

Y el tipo tiene buenas ideas, y planes, y sabe cómo resolver esas problemáticas. O al menos eso dice. Y es convincente cuando lo dice.

Pero todo ello ahora no le importa a nadie. Porque, cuando alguien pregunta por él, todos refieren a aquella infantil pelea. Que quedará en las retinas mendocinas por algunos días.

El tiempo acomodará las cosas, como siempre ocurre. Hasta que la ciudadanía deje en el olvido el traspié del tipo. Serán un par de días, seguramente. No mucho más. Pero por ahora habrá que bancar la parada.

Será toda una lección para el tipo, a la cual deberá prestar severa atención, sobre todo si quiere ser gobernador de Mendoza, un cargo que requiere la mayor de las responsabilidades.

Y toda la mesura del mundo…

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