David Villegas no precisa presentación: es el malogrado líder de Ganancias Deportivas, una estafa piramidal que dejó un tendal de estafados en Mendoza. Era algo “cantado” desde un primer momento, por las enormes ganancias que prometía y que eran imposibles de cumplir.
En ese cotnexto, varias docenas de estafas complicaron a Villegas y terminó condenado por la Justicia en marzo del año pasado. Sin embargo, hoy el tipo está libre, como si nada hubiera pasado.
Más aún: se puso un parripollo en San Rafael, más específicamente en la intersección de calles Alberdi y Emilio Civit. Un casual transeunte se lo cruzó allí y lo encaró. “Yo me jugaba la vida, yo me puteaba con todos, hay que ser muy pelotudo para creer en lo que yo hice. Yo pienso todos los días en lo que hice”, dice Villegas con fingido sentimiento de culpa (ver al pie).
Hay que recordar que Javier Giaroli, el fiscal que lleva adelante la causa ‘Ganancias Deportivas’ está convencido de que David Villegas tenía plena conciencia desde el minuto cero que se trataba de un engaño.
Por caso, el funcionario judicial señaló que es sumamente extraño que Villegas no tenga bienes a su nombre, teniendo en cuenta que el individuo hacía alarde de lujos y todo tipo de elementos que adquiría gracias a las ganancias que obtenía.
El representante del Ministerio Público entiende que Villegas sabía que era una estafa y en ese sentido manejaba la posibilidad de que algún día la pirámide podía derrumbarse.
