Las imágenes de personas arropadas hasta el cuello, con camperas, gorros y bufandas caminando por el centro de Bariloche es una escena típica de un día de invierno o de otoño en esa zona de la región cordillerana. Sin embargo, este lunes, Bariloche sorprendió a los turistas con una jornada muy fría, con vientos que no pararon y un cielo cubierto de nubes grises y amenazantes.
Los visitantes tuvieron que cambiar de planes. La jornada de playa y sol que tal vez habían planificado, quedó para otro día. Este lunes recurrieron a la ropa de abrigo para enfrentar temperaturas mínimas que rondaron los 5 grados y máximas que no superaron los 14.
El frío se sintió con más intensidad por el viento gélido que soplaba desde el oeste y se levantaba desde el lago Nahuel Huapi. Por eso, las playas de las costas de los lagos que rodean Bariloche lucieron despobladas. Solo algunos visitantes se animaron a caminar por esos lugares de gran belleza, pero bien abrigados.
“La campera me la compré recién con el gorro”, contó Anahí Parra a Diario Río Negro, que llegó anteayer con su familia a Bariloche, procedente de Mendoza. El grupo caminaba por la zona de la Costanera. “Somos de Mendoza. Allá tenemos este frío en invierno”, comentaban, sorprendidos, los padres de la joven, que no sacaba las manos de los bolsillos de su campera.
Dijeron que en Mendoza había este lunes más de 30 grados. De todos modos, estaban contentos de estar en Bariloche y disfrutar de sus paisajes en un contexto climático poco habitual para ellos. “Es hermosa la ciudad”, destacaron.
