En un oportuno —y no del todo claro— comunicado oficial, el Gobierno de Mendoza desactivó el 29 de diciembre pasado un conflicto relacionado a los haberes de los empleados públicos estatales.
En el mencionado despacho informativo se anunció un incremento no remunerativo de 7.200 pesos destinado a los empleados de algunos sectores de la planta permanente y contratados estatales.
La referida información cumplió con creces la disolución de un posible e inminente conflicto, ya que el malestar por la “no aparición” de un bono extra de fin de año causaba malestar entre las lides de los empleados públicos mendocinos.
Dicha incomodidad aumentó cuando 17 departamentos anunciaron que, además de los agregados salariales de emergencia, se sumaban bonificaciones que iban desde los 16 mil a los 8 mil pesos que tendrían como objetivo los bolsillos de los trabajadores de las comunas mendocinas.
Haciendo historia: Rodolfo Suarez y su gabinete, a fines del año pasado, sostuvieron que se daría un aumento de 7.200 mangos (así en lunfardo suena mejor, ya que el peso está muy devaluado como todos sabemos), cosa que calmó los caldeados ánimos.
Sin embargo, se trató de una “continuidad” de los 6.000 pesos que vencieron su “cometido no remunerativo” el 31 de diciembre, al que se le suman apenas 1.200 pesos más. Resumen: 7.200 no es lo mismo que 1.200.
No obstante, no todo está perdido: las negociaciones de paritaria se harían mediados de febrero. Como dato a tener en cuenta, la municipalidad de Rivadavia acaba de cerrar un acuerdo con sus trabajadores que asciende al 50 % de incremento.
Seguramente habrá mucho tironeo y recomenzarán las manifestaciones, marchas, protestas y demás exteriorizaciones de malestar.
Mendoza tiene contradicciones, eso lo sabemos: por ejemplo, y desconocemos por qué, se le llama bono de sueldo —viene de bonificación o beneficio— al documento que certifica el pago de haberes.
En realidad deberíamos decir “recibo de sueldo”, es decir que con este documento acusamos recibo y documentamos percibir dinero a cambio de trabajo, sin mediar en este acuerdo ningún beneficio, premio o dádiva.
Pero eso lo analizaremos en otra oportunidad. Lo traemos a colación para tener en cuenta. Siempre con el respeto y la seriedad que nos caracteriza.
