Nicolás SanzPortada

Desalojo, usurpación y muerte: el drama de una familia de Godoy Cruz que lucha por volver a su casa

Daniel es un hombre que viene peleando para recuperar la casa en la que vivía junto a su madre, Inés de 78 años, quien padece varios problemas de salud, por lo que insiste que su situación “roza el abandono de persona”.

Una familia de Godoy Cruz sufre desde 2008 la falta de un techo estable en el marco de una situación desconcertante. Una historia que tiene de todo: Una constructora irresponsable, la muerte de dos obreros y la falta de ayuda de parte de varios medios de comunicación y de la política local y provincial.

Daniel es un hombre que viene peleando para recuperar la casa en la que vivía junto a su madre, Inés de 78 años, quien padece varios problemas de salud, por lo que insiste que su situación “roza el abandono de persona”.

“El 20 de diciembre del 2008, al lado de mi casa ubicada en calle Maipú y Beltrán de Godoy Cruz estaban haciendo un edificio cuando empezaron a hacer movimiento de tierra, excavaciones, y nosotros empezamos a ver que empezó a sufrir daños mi casa”, comenzó relatando el hombre en diálogo con Diario Mendoza Today.

En la misma línea contó que “se agrietaron algunas paredes, entonces empezamos a pedir a través de la Municipalidad que frenaran la obra porque estaban dañando mi casa. Hubo un tiempo que la pararon y cuando comenzó nuevamente, con las maquinarias y movimientos que hicieron, las paredes de mi casa se separaron de la viga, se bajó el piso. Hicimos la denuncia y es ahí cuando obligan a Gabriel Lezama, dueño de la constructora, a realizar el muro de contención para que no siga haciendo daños en mi propiedad”.

Cuando fueron a hacer el muro de contención se derrumbó la tierra que hay debajo de mi casa matando a dos obreros, y en ese momento nos desalojan porque corría riesgo de derrumbe la casa, entonces nos sacaron y firmamos un acuerdo con el dueño de la constructora que él nos tenía que pagar los alquileres hasta solucionar el problema de la vivienda”, prosiguió Daniel.

Según relató, con el fin de que le arreglen la casa fue a juicio con la constructora logrando un fallo favorable en primera instancia, “esta persona (Gabriel Lezama) apeló y desde ese momento nosotros seguimos alquilando con la ayuda de él, pero desde abril del año pasado dejó de pagar el alquiler”.

Por ello, aseguró que le mandó carta documento por el inminente desalojo que sufrirá a fin de mes por no abonar el alquiler de la propiedad en la que se encuentra viviendo en estos momentos.

Puse abogados porque quería frenar el desalojo porque yo no era el culpable directo de la falta de pago del alquiler y esta persona no apareció y ahora, el 30 de mayo, nos desalojan con la fuerza pública si no dejo el domicilio antes de ese tiempo”, contó entendiblemente quebrado por la situación que le está tocando vivir.

Pero como si ello fuera poco, un dolor de cabeza se suma a toda esta trama: “En el año 2020 nos usurpan el terreno, tuvimos que iniciar un juicio aparte del que ya llevo para el desalojo de estas personas y hasta el momento siguen en mi casa. No han sido desalojadas y ahora estamos esperando el fallo”, señaló el hombre visiblemente atribulado.

He mandado cartas, he mandado mensajes, he pedido a los noticieros de acá de Mendoza y diarios que nos hagan una nota pidiendo por favor que nos ayuden, porque con tantos abogados se me ha ido toda la plata y ahora no tengo la plata para irme a alquilar por los gastos que te piden”, relató

“Si el 30 no me voy (del departamento que alquila) me van a sacar las cosas a la calle. Mi mamá tiene 78 años, es diabética, sufre de presión y está depresiva por toda esta situación y no tengo la ayuda de nadie, nadie me escuchó”, señaló a este medio.

Al ser consultado por quien escribe, aseguró que no recibió ningún tipo de ayuda, nadie quiso prestarle el oído ni de parte del Gobierno Provincial ni del municipal de ninguno de los Ejecutivos que pasaron desde el 2008 a la fecha.

Vale destacar que no es la única vez que Lezama se encontró con inconvenientes judiciales. En 2020 él y su esposa, Alicia Raso, fueron denunciados por estafar a unas 22 personas que habían comprado departamentos en Godoy Cruz y Guaymallén y no habían entregado las propiedades.

Según los denunciantes, habían pagado en promedio unos 100 mil dólares cada uno por departamentos ubicados en las calles Beltrán y Maipú de Godoy Cruz; y Bandera de los Antes y Pellegrini de Guaymallén.

Fotos de la casa antes de la usurpación

Huecos debajo de la casa tapados con maderas

Historia clínica de Inés

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