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Acerca de la severidad de las sanciones viales en Mendoza, ¿una solución o una ingenuidad?

Por Facundo Agustín de Rosas. Licenciado en Criminalística. Especial para Diario Mendoza Today.

Facundo De Rosas
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Admito que no es nada fácil comenzar la presente nota, dado que parece escrita “con el diario del lunes”, pero al final de estas líneas quiero explicar por qué no es así.

Este fin de semana los mendocinos nos vimos atravesados por la triste noticia de que cinco personas fallecieron en accidentes de tránsito en la provincia. De todos estos hechos lamentables, primero quiero enviar mis condolencias a las familias de cada una de las víctimas, pero además quiero comentar sobre el hecho ocurrido en Acceso Sur, el valor de alcoholemia del conductor y el posterior mensaje de la dirigencia política.

Escuchamos muy rápidamente un discurso de endurecimiento de penas por lo ocurrido, sin embargo, eso presupone que la norma tiene aplicación ‘perfecta’ y/o modifica la conducta de las personas puramente por el riesgo de sufrir la pena, pero lo que no tienen en consideración es que, si la implementación de la norma es deficiente, la condena es irrelevante.

En múltiples áreas del derecho se coincide en contra de que normas más duras disminuyen delitos. De hecho, citando algunos casos:

En Estados Unidos hace ya tiempo se vio que “los delincuentes que recibieron multas mas severas tenían más probabilidades de cometer delitos en el futuro, el pago de una multa puede representar una forma de castigo tan indirecta que el delincuente puede no sentir una sensación de pérdida y, por lo tanto, no sentirse disuadido de cometer delitos adicionales”. [1]

Otros estudios también muestran que no se evidencia una diferencia significativa al aumentar el valor de las multas y que en los casos en donde sí se observa una diferencia es porque la actividad de aplicación de la ley se mantiene a niveles relevantes.

Además, el Departamento de Justicia de EEUU ha publicado ‘Cinco cosas respecto a la disuasión’, entre las cuales se destaca que: “La certeza de ser atrapado es un disuasor vastamente más poderoso que el castigo”, “La policía disuade el crimen al incrementar la percepción de que los criminales van a ser atrapados y castigados” y finalmente “Incrementar la severidad del castigo hace poco para disuadir al crimen”. [2]

El SWOV (Instituto de investigaciones de seguridad vial en La Haya) es más directo y en su primer párrafo del artículo ¿Cuán efectivas son las penas más severas? menciona: “No hay evidencia de que penas más severas para los infractores relacionados con el alcohol tengan un efecto en la reducción de las infracciones”.

Este estudio igualmente continúa con que “no se debe esperar que las sanciones cada vez mayores sean efectivas para reducir las muertes en carretera relacionadas con el alcohol o la reincidencia. Ciertamente no, si la probabilidad subjetiva de ser atrapado (la probabilidad de un control de alcohol estimado por los usuarios de la carretera) sigue siendo baja. [3]

Podemos ver que la discusión pasa por la aplicación de la ley y no del endurecimiento de la sanción, ley que no se aplica no es ley.

La discusión sobre alcohol cero es un tema relacionado pero no el punto central de esta nota, sin embargo vale mencionar que en el trabajo “Impacto de las leyes de tolerancia cero de alcohol y conducción en la seguridad vial”[4], de la Dirección de Investigación Accidentológica, perteneciente a la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), se hace mención que “los países de la región del Cono Sur que avanzaron en la implementación de leyes de tolerancia cero de alcohol y conducción, demostraron obtener una reducción en indicadores críticos de la inseguridad vial como la siniestralidad vial fatal vinculada al consumo de alcohol”.

No obstante, hay que mencionar que en los países analizados la aplicación de ley de tolerancia cero fue acompañada de una intensificación en las fiscalizaciones y los controles, lo cual tuvo correlación con mejores resultados.

Por una cuestión de honestidad intelectual, también hay que mencionar que hay estudios [5] que sugieren que no hay una diferencia significativa en el hecho de cambiar el límite de tolerancia de alcohol a cero relacionado a las fatalidades en accidentes de tránsito, aunque esto quizá signifique que no solamente con ello se puede lograr una disminución en las infracciones relacionadas.

Para finalizar, quizá para centrarnos en nuestra problemática y no tomar solamente lo que sucede en otros lugares, lo que tengamos que hacer es empezar a analizar nuestros propios datos. ¿Hubo en la provincia diferencias desde los cambios realizados a la ley respecto a aumentar la severidad de la sanción por alcoholemia?

Y esto me lleva a lo que mencioné en el inicio de la nota, que no se trata de hablar ex post facto, sino que lo escrito viene de quien quiso implementar y empezar a proponer este análisis y discusión, pero fue ignorado múltiples veces por uno de los departamentos del Gran Mendoza. Es por ello la amargura de dar la información escrita a lo largo de esta nota, ya que es el propio sistema quien no quiere ser saneado y/o optimizado, sistema que termina eyectando a los que quieren llevar ideas superadoras.

[1] Effectiveness of Court-ordered Punishment – Fines Versus No Punishment | Office of Justice Programs (ojp.gov)

[2] Five Things About Deterrence | National Institute of Justice (ojp.gov)

[3] Alcohol – 12. How effective are heavier penalties? (swov.nl)

[4] Impacto de las leyes de tolerancia cero de alcohol y conducción en la seguridad vial | Argentina.gob.ar

[5] Ramasco, Andrés (2023). Not a Sip: Effects of Zero Tolerance Laws on Road Traffic Fatalities. Documento de trabajo RedNIE N°289

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