Enrique Mario BarreraMendoza en foco

¡Mendoza, levántate y anda!

Es hora de que salgamos de este letargo que nos mantiene anclados.

Enrique Mario Barrera
Enrique Mario Barrera

Ya van cinco meses desde el cambio de gobierno tanto en el plano nacional como provincial. Todos sabemos que son tiempos difíciles pero siempre que hay un cambio está la oportunidad de enderezar caminos y buscar un nuevo destino.

El gobierno nacional sigue su rumbo acelerado y ese proceder, legítimo, le hace tener aciertos y errores, pero lo interesante y no se puede negar,le ha soltado la mano a las provincias; por supuesto que eso produjo un remezón que se sentirá durante un tiempo pero nos da la posibilidad de encarar nuestro futuro como lo que somos “Estados Provinciales”.

Ello implica que a partir de este tiempo el combate a la pobreza, la desocupación, el obtener salud y educación de calidad, lucha contra la inseguridad, eliminar la corrupción, evitar el derroche del erario público, etc, etc queda en nuestras manos y está en nosotros que Mendoza vuelva a ser el estado provincial de alta calidad que tuvimos hace muchas décadas.

Por supuesto que la obtención de fondos para enfrentar estos nuevos tiempos es muy necesaria y se logrará, tal vez sea por modificación profunda del injusto y clientelar sistema de coparticipación federal, que debería eliminarse y permitir que algún impuesto actual pase a ser cobrado por la provincia a través de ATM sobre los contribuyentes que se tiene, se dice esto como ejemplo nada más, el resto de la recaudación vendrá de la mano de una mayor diversificación de la matriz productiva en toda la provincia.

Permítanme ser autoreferencial por un momento; en los años 1984 y 1985 fuí inspector de la obra social del personal de empaque y expedición de frutas frescas y hortalizas de Cuyo y la actividad me llevó a recorrer toda la provincia, en ese tiempo existían 420 establecimientos de esos productos trabajando a full, la plantilla de obreros iba desde 10 a 500 personas de acuerdo a su capacidad, los productos que se elaboraban y exportaban salían de las infinitas fincas existentes y que la mayoría de ellas están abandonadas en la actualidad.

Paralelo a ello pero estrechamente vinculadas trabajaban a pleno los aserraderos y las fábricas de envases de vidrio (principalmente dos ubicadas en Guaymallén) no daban abasto. La desocupación casi era nula, los trabajadores no recibían planes sociales y cada uno luchaba por su progreso particular.

Nuestra provincia tiene recursos por donde se la mire y estamos perdiendo un tiempo precioso distrayéndonos en una imágen muy pequeña que es el “presente” sin ver que a nuestro futuro lo tenemos que construír nosotros mismos y ese futuro empieza en el próximo segundo de nuestras vidas. No perdamos más tiempo y observemos las riquezas que tenemos y hagamos funcionar las “maquinarias oxidadas” que nos dejó el pasado de grandeza que hizo conocer a Mendoza por su calidad en todo el mundo.

No esperemos que nos regalen nada y exijamos lo que nos pertenece y pongamos manos a la obra para dejarles a nuestro hijos y nietos una provincia pujante y de avanzada que les de orgullo vivirla. Salgamos de este letargo que nos mantiene anclados y pongámonos a andar porque la prosperidad y el bienestar lo debemos lograr entre todos.

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