En la mañana de este martes, en sesión ordinaria 4 del HCD guaymallino, sucedieron varios hechos curiosos. A saber.
En el contexto de un pedido de los concejales Sonia Sedano (PD) y Ezequiel Morales (PRO) el oficialismo mostró un quiebre impensado, pero inevitable (ver proyecto completo al pie).
Lo curioso y ya no común en el recinto es aceptar pedidos de informes, cualesquiera sean, pero la brutal guerra desatada entre Marcelino Iglesias y Marcos Calvente logró que el pedido pudiera concretarse.
El mismo refiere a la utilización de movilidades municipales en beneficio particular en múltiples casos, como contó Diario Mendoza Today en varias notas. Dicho informe, tendrá al menos 10 días de plazo para ser respondido por el Poder Ejecutivo.
En el recinto, por 10 votos contra 1, Miqueas Burgoa, con su típica verborragia sobradora, soberbia y llena de inconsistencias intentó neutralizar el éxito de ese pedido, al quiso ridiculizar.
Video cúlmine de la votación
Mientras el poder es puesto a prueba, finalmente estos cuestionamientos son aprobados. Igualmente, no hay que ilusionarse mucho, porque esta rebelión oficialista obedece a Marcelino Iglesias queriendo voltear a Calvente, quién no para de acumular desaciertos en su pobre gestión.
Mientras sucedía esto, en el Concejo Deliberante Marcelino se ponía al tanto en absoluta soledad en plena sesión, lugar desde donde se retiró en algunas oportunidades mientras no dejaba de revisar su celular.
Uno peor que el otro. Luis Lobos se debe estar descostillando de la risa, de estos tres tristes tigres, no sale un honesto.
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