¿Acaso se truncó la venta de Los Andes? ¿Alguno de los protagonistas incumplió sus promesas? ¿O sólo fue un mensaje al poder de turno?
Repentinamente, una nota de opinión sacudió la modorra del feriado mendocino. “Sin lugar para la esperanza, seguirán mal las cosas en Mendoza”, se tituló la columna en cuestión, firmada por Gastón Bustelo, secretario General de Redacción de Los Andes.
El artículo es inusualmente duro y sorprendió a propios y ajenos, sobre todo a los propios. Porque no es el estilo del centenario diario. Ni mucho menos.
“La provincia atraviesa un escenario delicado con caída de recaudación producto de la recesión que generan las medidas del presidente Milei apoyado por el gobernador Cornejo y el radicalismo local. Los salarios docentes son los más bajos del país, tenemos la mayor cantidad de indigentes de todos los aglomerados urbanos que mide el Indec, la pobreza más alta que el promedio nacional y la más elevada de Cuyo”, sostiene la bajada de la nota en cuestión.
Acto seguido, habla de “delicadas situaciones” referidas a la “institucionalidad” que “avergonzarían a cualquier provincia. Sin certezas sobre el desarrollo minero y el crecimiento económico que se produciría si se ordena la macroeconomía”.
Para despertar aún más suspicacias, la columna ni siquiera fue tuiteada desde la cuenta de Los Andes. A pesar de la relevancia que ostenta.
Ello obliga a insistir: ¿Qué llevó a publicar semejante mamotreto? ¿Quién lo ordenó? ¿Por qué? ¿No es curioso que ocurra en medio de los rumores de que a Barbera no le alcanza la cuota de dinero que le toca poner?
Por ahora, solo preguntas sin respuesta. Habrá que pegarle al chancho… acaso para que aparezca el dueño.
Sin lugar para la esperanza, seguirán mal las cosas en Mendoza – https://t.co/n4GP33TuZh
— Silvia Lemos (@sblemos) April 1, 2024
