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Qué dice la declaración de la joven que denunció a los jugadores de Vélez

TN accedió a los detalles del relato que hizo la mujer sobre el supuesto ataque sexual que ocurrió el 3 de marzo en la habitación 407 de un hotel céntrico de San Miguel de Tucumán.

“Me pueden escuchar con mucha fortaleza, entera, pero les aseguro que no es así, por dentro mi alma está desgarrada”. Con esta frase, la periodista de 24 años que denunció ante la justicia haber sido abusada sexualmente por los jugadores de Vélez Sebastián Sosa, Braian Cufré, Abiel Osorio y José Ignacio Florentín en Tucumán, resumió su estado de ánimo mientras continúa el proceso judicial.

TN tuvo acceso a los detalles de su última declaración luego de que los deportistas se declararon inocentes.

Mientras que en la última audiencia de control de garantías la querella aseguró que no hubo consentimiento de parte de la víctima, las defensas sostuvieron lo contrario.

La convocatoria del miércoles duró más de 10 horas y la jueza Eliana Gómez Moreira determinó que Florentín, Cufré y Osorio cumplan prisión preventiva durante 90 días con la modalidad de arresto domiciliario en Tucumán, mientras que Sosa podría continuar el proceso en libertad. Todos con caución de 50 millones de pesos por cada jugador.

En esa audiencia, cuando los jugadores negaron haber abusado de la joven que los denunció, ella, conectada por videoconferencia pidió la palabra y con detalles escalofriantes les contestó.

“Primero que nada voy a arrancar diciendo que para mí esto va a ser mi prisión, porque mi vida es un infierno y una cárcel desde hace tres semanas, me parece una locura. Yo tengo miedo de que se fuguen. Los medios económicos los tienen y las posibilidades también. No me parecería justo que ellos pasen lo que queda del juicio en una casa, en un country, con pileta, con un arco de fútbol pasándola bien cuando mi vida es un infierno hace tres semanas”.

Con respecto a los chats que se dieron a conocer entre ella y Sebastián Sosa sostuvo: “Yo no puedo ir a ningún lado sola. Me han filtrado la cara por chats de parte de ellos. Ese celular no es mío, los mensajes no salen de mi celular tampoco. Me han filtrado el domicilio. Me han filtrado el DNI, el nombre y todo. No puedo ir sola, ni siquiera comprar un libro al shopping por la mirada de la gente. Los comentarios que me han llegado han sido aberrantes. No solamente me han quitado la dignidad, la sexualidad, me han quitado la carrera, los sueños, la felicidad, la sonrisa y sobre todo, las ganas de vivir pero sigo viva y sigo más fuerte que nunca y yo por eso voy a denunciar para que se haga justicia”.

La joven denunció que el 3 de marzo, luego del partido entre Atlético Tucumán y Vélez, en la habitación 407 de un hotel céntrico de San Miguel de Tucumán fue abusada sexualmente por los cuatro futbolistas.

Durante el desarrollo de la audiencia, las defensas hicieron referencia a que la joven había aceptado la invitación de Sosa a concurrir al hotel donde estaba con sus tres compañeros.

En medio de un profundo silencio en la sala, la denunciante dijo: “Yo acepto voluntariamente ir a un hotel con cuatro personas, poniendo textual (al referirse a los mensajes con Sosa) que no se desubiquen, yo en ningún momento digo sí ‘fiesta loca para todos’. Nunca fueron mis palabras. Me quisieron desacreditar con la frase en el mensaje que yo estas cosas las hago sola, yo me refiero a que yo siempre, siempre que tengo un trato con un futbolista, sea para que me pasen el equipo, para que me pasen las formaciones, para que me cuenten las internas, para tomar algo, para tener una cita, para salir, para lo que sea, yo me maneje sola, y en privacidad. Tucumán es muy chico y yo nunca en mi vida he querido que mi vida deportiva, mi vida periodística, mi vida privada, lo que sea, se confunda con este hecho, como hacen creer acá. Yo di mi consentimiento para ir voluntariamente, pero todo lo que pasó después no estuvo consentido. Yo acepté ir espontáneamente todo lo que sigue después no lo acepto”.

La joven detalló cómo fue el momento en el que empezó a darse cuenta de todo lo que había sufrido y decidió denunciar a sus agresores. “Es al otro día a la tarde cuando tengo la cabeza en frío, la mente en frío y me empiezo a acordar de lo que me habían hecho. Ahí mi cabeza era otra y yo dimensiono lo que me hicieron. Y un detalle no menor, Sosa me chatea en dos momentos. Me empieza a decir Sebastián Sosa, que en mi recuerdos son de verlo dormido, que él me ve bien, que yo siempre estuve bien, ¿entonces, en qué quedamos? o él me veía, era un espectador de lujo de lo que me hacían las otras tres personas, en momentos alternados, o él dormía, como en mis recuerdos de que él dormía”, relató.

La declaración duró casi media hora y, con detalles estremecedores, contó cómo se sintió durante el tiempo que estuvo en la habitación y en los días posteriores: “Yo no estaba en mis cabales, en ningún momento estuve 100% lúcida, la cabeza por algunos momentos me respondía, pero el cuerpo no”.

Además, remarcó la necesidad de que se respeten sus tiempos de la denuncia: “Ninguna víctima habla en el momento, esto es sabido, que a todas nos lleva un tiempo y un proceso hacerlo. Yo fui a trabajar el lunes y martes. Incluido el miércoles. No porque estaba bien, o porque nada había pasado, fue un mecanismo de defensa. De decir, bueno, intento seguir. Obviamente no pude seguir y fue palpable para mis compañeras de trabajo que yo no estaba bien y que algo me había pasado”.

“Fui a mi ginecóloga el lunes en un ataque de angustia total llorando y temblando pidiendo por favor que me atiendan. ¿Entonces por qué voy así a la ginecóloga?, si a mí no me habían hecho nada, como dicen ellos, que fue todo consentido …la cabeza por momentos me funcionaba, pero el cuerpo no”.

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