Christian SanzPortada

Ante el descontrol que es Mendoza, ¿es realmente posible hacer minería responsable y segura?

En una provincia donde nada funciona ni nadie controla nada, ¿por qué funcionaría la minería? Una nota (casi) editorial.

Alfredo Cornejo está decidido. Y no es el único. Hay una suerte de consenso en la política para avanzar con el tópico minero en Mendoza. Salvo las excepciones ya consabidas, algunas de ellas interesadas. Otras sinceras.

Todos los demás han dado vía libre para que el Ejecutivo provincial avance en aquel sentido. El gobernador “la hace bien”. Mandó una oportuna reforma al Código de Procedimientos Minero y sobreactuó preocupación por los recursos naturales.

“Esta iniciativa viene a transparentar, a mejorar los procedimientos, sanciones y los controles, en una actividad que debe tener regulaciones claras y controles eficientes”, puntualizó el mandatario provincial a la hora de explicar la avanzada legislativa.

Acto seguido, expresó: “Mendoza, con su vasta experiencia y potencial, está capacitada para llevar a cabo la actividad minera de manera sostenible y responsable”.

Ello lleva a la inevitable pregunta: ¿Realmente la provincia está preparada para hacer minería de manera sostenible y responsable? ¿Quién va a controlar que ello sea así?

Los interrogantes no son azarosos: abundan en Mendoza los ejemplos de descontrol. Leyes que son claras y restrictivas pero que jamás se cumplen.

El caos mendocino puede verse por doquier: autos estacionados en doble y triple fila, otros tantos estacionados sobre las veredas, o tapando las rampas para discapacitados. U ocupando las cocheras.

Qué decir de los ciclistas, quienes no están excluidos de la Ley de Tránsito. Y así y todo jamás cumplen ninguno de sus postulados. ¿Quién ha visto alguna vez una multa a alguno de ellos?

Podrían darse millones de otros ejemplos, pero no hace falta, porque todo está a la vista y es bien elocuente.

Lo relevante es lo otro, aquello que subyace detrás de todo lo antedicho: ¿Quién controlará la minería? ¿Cómo lo hará?

No es moco de pavo: cualquier tipo de pifie puede ser trágico, porque involucra los recursos naturales de la provincia. Con una complicación mayor: Mendoza carece de agua. Y la minería necesita mucho de ese recurso.

Esta nota no busca ser pesimista ni derrotista. Solo intenta poner un toque de atención a un tópico que ostenta una complejidad muy particular. Antes de que sea demasiado tarde.

Artículos Relacionados