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El narcotráfico en Mendoza, la cuestionable “reducción de daños” y la irresponsabilidad del Memo-lotudo

En medio de la locura de violencia que es Mendoza, con los narcos matándose entre sí, proponen ayudar a "drogarse mejor". No hay remate.

Este domingo, el portal Memo-lotudo sorprendió con una interesante entrevista al senador peronista Félix González, quien regaló algunas interesantes definiciones sobre el tópico del narcotráfico en la provincia.

“Ahora que se habla de una ‘rosarización’ de Mendoza a raíz de las disputas territoriales de narcotraficantes, es de los pocos que se animan a hablar no solo de los que venden drogas, sino de los problemas de quienes la compran, como parte de un mismo paquete que hay que desatar”, se lo presentó en la entrevista al ministro de Trabajo, Justicia y Gobierno de los gobiernos de Celso Jaque y Francisco Pérez.

Más adelante, en la misma entrevista, Félix la pifia al promover un concepto peligroso, que intenta imponerse en los últimos años y que fracasó en varios lugares del mundo: la reducción de daños. Holanda es el mejor ejemplo de lo desacertado de aquella política.

En buen romance, se trata de personas que, en lugar de desincentivar el uso de drogas prohibidas, enseñan a usarlas de manera “menos peligrosa”. Como si el veneno fuera menos dañino utilizándolo “mejor”.

González refiere en la nota en cuestión el trabajo de la cuestionada fundación “Vuelo Controlado” y habla de “promover por ley que se exija a los organizadores de este tipo de fiestas, así como se obliga a la contratación de un servicio de ambulancia, la presencia de una organización que trabaje en la contención de las personas durante la fiesta desde la perspectiva de disminución de riesgos”. No hay remate.

Por qué no sirve la reducción de daños

Referentes de la talla de Claudio Izaguirre, titular de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, han puesto el grito en el cielo por esta decisión. “La reducción de daños es un concepto que se viene trabajando en la Argentina desde el año 2000, cuando se estableció en Rosario la Asociación de Reducción de Daños de Argentina (ARDA). Al frente estuvo Silvia Inchaurraga, doctora en psicología. Esta promoción del consumo de drogas, este enseñarle a la gente cómo drogarse, hizo que Rosario sea lo que es hoy. Por lo tanto, lo que tenemos que tener en claro que reducción de daños es sinónimo de algo dañino para la población”, dijo oportunamente a Diario Mendoza Today.

Este mismo diario viene publicando diversas notas de tono editorial contra aquella política. Una de ellas firmada por Nicolás Sanz, titulada “No es reducción de daños, es invitar al consumo”, que bien vale la pena volver a leer.

“No es alocado suponer que la reducción de riesgos que pregona el municipio es, en realidad, una fachada cuyo único objetivo es encontrar y atraer compradores hasta ahora fuera de ese mundo de lleno miseria, depresión y muerte”, sostiene el jefe de Redacción de este medio.

La claridad de las palabras exime de mayor comentario.

La puerilidad al palo

Frente a la ferocidad del crimen organizado y la violencia derivada del narcotráfico, creer que la solución a los problemas mendocinos se encontrará en la reducción de daños, es de una puerilidad sin parangón.

Que un senador provincial sostenga semejante disparate, vaya y pase, nadie se sorprende por ello. Pero que un medio de comunicación lo difunda y lo promueva, es grave. Se supone que los periodistas son formadores de opinión.

Alguien debería decírselo a los colegas de Memo-lotudo, tan afectos a la desinformación y las operaciones de prensa. Con la peligrosidad que ello implica.

Bien les cabe lo que dijo alguna vez el célebre Joseph Pulitzer: “Una prensa cínica, mercenaria y demagógica producirá un pueblo cínico, mercenario y demagógico”.

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