Economía

Qué pasa con los precios en la calle: leve desaceleración de aumentos, aunque la presión sigue muy alta

Las subas persisten, aunque con menor intensidad que en diciembre. La desregulación económica empuja con fuerza a la inflación de enero.

La devaluación y el inicio de la gestión libertaria fueron los disparadores para que el costo de vida de diciembre esté al rojo vivo e hicieron que la inflación se posicione en 25,5% durante el último mes del año.

A eso se le sumó el DNU firmado por Javier Milei y el envío de la Ley Ómnibus para su tratamiento en el Congreso en el comienzo de año, que postula una desregulación total de la economía.

Frente a este panorama, los precios se calentaron y emprendieron un rally alcista durante las primeras semanas de 2024, en especial en el rubro alimentos.

Luego del pico del 11% en diciembre, los precios de este sector alcanzaron subas del 4,6% al comienzo del año, pero luego la tendencia mostró un descenso progresivo hasta alcanzar un mínimo de 2,1% en la tercera semana del mes, de acuerdo con un relevamiento de la consultora LCG.

El informe, que pone foco en el rubro de alimentos y bebidas, explica: “La inflación de alimentos se desacelera semana a semana luego del pico de diciembre, pero esto no indica mucho: faltan ajustes de tarifas y otros precios rezagados, y el renovado y gradual atraso cambiario deberá corregirse en marzo/abril, lo que causará nuevos aumentos (aunque de menor magnitud que los de diciembre)”.

Según los registros de la consultora, la medición de la cuarta semana de enero arrojó un incremento del 3,5%, impulsado por las subas del azúcar, productos lácteos y panificados.

De hecho, a partir de hoy, se produjo un aumento del 20% en el pan. “Lamentablemente no nos queda otra alternativa, ante los reiterados incrementos que venimos sufriendo a diario en los insumos y materias primas”, explicó Martín Pinto, presidente del Centro de Industriales Panaderos de la localidad bonaerense de Merlo.

“Todas las semanas tenemos subas de un 5%, un 2%, un 3% por ciento de manera constante, y esto parece no tener fin”, sostuvo el dirigente y no descartó nuevos aumentos en las próximas semanas. Por eso, desde hoy, el precio sugerido del kilo de pan será de $1.800 en las panaderías bonaerenses, mientras que ya se vende a más de $2.000 en algunos barrios porteños.

Sin embargo, ahora la presión inflacionaria pasa por el descongelamiento de tarifas y servicios, aunque las estimaciones privadas coinciden en que el número de enero será inferior a diciembre.

La desregulación en las tarifas de transporte, gas, electricidad, salud, combustibles, telefonía e internet, a lo que se le sumará el incremento estacional de la educación por la proximidad del inicio del ciclo lectivo, agregará una presión adicional a la medición de enero.

El rubro Educación aportará durante febrero y marzo “al menos 2 puntos por la actualización de los precios”, desde indumentaria y útiles escolares hasta las cuotas de colegios privados por el comienzo de clases, remarcan las consultoras privadas.

Esto sumado al aumento de 27% en combustibles, del 45% en el boleto de colectivo y tren, 38% en subtes y del 40% en salud se compensarán de manera parcial con la desaceleración de los precios de un rubro sensible para el consumo, como son los alimentos.

En esta línea, Lautaro Moschet, economista en la Fundación Libertad y Progreso, sostiene que “el IPC de enero se encamina hacia el 20%, pero no lo superaría”.

“Una de las claves del análisis es la desaceleración de 4,7 puntos en el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas. Durante la tercera semana, se registró una variación de 1,8%, la más baja desde la segunda semana de noviembre”, agregó.

(Con información de Agencia NA)

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