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El desafío de Francisco Lo Presti en Las Heras: entre las buenas intenciones y el “baño de realidad”

Por Christian Sanz, director periodístico de Diario Mendoza Today.

Francisco Lo Presti tiene buenas intenciones. Es lo que suele decir a propios y ajenos desde que asumió como intendente de Las Heras. Y no hay por qué no creerle.

Pero aquella comuna es un verdadero quilombo, donde nada parece funcionar. Un municipio surrealista, cuyo construcción edilicia se cae a pedazos, cual postal de todo lo demás.

De hecho, hoy la intendencia lasherina funciona al lado de aquel mamotreto de cemento que siempre parece a punto de derrumbarse.

Por dentro, el lugar ostenta oficinas pequeñas y pasillos estrechos, donde se hace complicado circular. Con manchas de humedad por doquier y paredes y pisos derruídos.

Pero no es eso lo peor que le toca en suerte a Lo Presti: Las Heras es un terruño fértil en negocios y negociados, que se manejan y disputan un grupete de voraces impresentables, de la talla de Alfredo Vila, Diego Dumit y otros. Son los verdaderos dueños de aquel lugar, y nada parece que cambiará esa lógica.

No es el derrotero solo del nuevo mandatario. Sus antecesores, peronistas y radicales, debieron tolerar lo mismo. Y nada pudieron hacer al respecto. Ajo y agua.

Sin mencionar el incómodo e indigesto tópico del narcotráfico, que en Las Heras despunta como otro negocio bien rentable. Manejado básicamente por reputados punteros del PJ local. Bien conocidos, por cierto.

En el marco de esa caótico encerrona, a Lo Presti solo le queda ordenar un poco las cuentas, sacar músculo y mostrar una buena gestión. Al menos, pasable.

Le será complicado, porque sus propios socios de Cambia Mendoza también tienen apetencias. Todos quieren un pedazo de la torta que representan los negocios lasherinos, inmobiliarios y de los otros.

Entonces, solo le queda la sobreactuación. Mostrar que va ordenando la situación que le legó Daniel Orozco. Eyectar algunos empleados que se tomaron en el último año, so pretexto de irregulares contratos. De paso, echar a históricos trabajadores que no comulgan con su gestión.

Dicen que son cosas de la política, pero no deja de ser polémico y cuestionable. Hay mucho de eso en la naciente gestión de Lo Presti. Basta ver lo ocurrido con la Oficina de Desarrollo Económico de la comuna, que trabajaba en conjunto con la Oficina de Capacitación. Ambas fueron desmanteladas bajo argumento de que había que achicar las cuentas. Incluso se ha despedido a trabajadores históricos de aquellas dependencias.

Pero solo “pour le galerie”: ambas fueron reubicadas cerca del Barloa, donde se ha contratado a nuevos empleados, mayormente jóvenes y hermosas mujeres, en un edificio que se muy superior a la oficina de antaño. Incluso con aire acondicionado.

Apenas un botón de muestra, acaso nada relevante, pero que es necesario mostrar para no repetir errores del pasado. Teléfono para el bienintencionado Lo Presti.

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