En las últimas horas, el juez de Ejecución Penal, Sebastián Sarmiento, rechazó los pedidos para mantener el beneficio que tenían los internos mendocinos en las cárceles desde la pandemia de coronavirus, y tiene que ver con el uso de los teléfonos celulares en los pabellones.
Finalmente, el mencionado juez resolvió que en un plazo no inferior de seis meses se retiren todos los equipos, sin embargo, mantuvo algunas garantías.
En la resolución, Sarmiento rechazó en primer lugar la solicitud de todos los defensores oficiales, del procurador de las personas privadas de libertad y del área de derechos humanos de la Suprema Corte, por lo que resolvió finalizar con la autorización que databa desde 2020.
Ahora, el juez de Ejecución Penal dispuso que el Servicio Penitenciario realice el retiro gradual de los equipos personales que haya en las celdas en un plazo no inferior a seis meses, y se tendrá que notificar a los presos mendocinos en un periodo de 30 días que ya no tendrán que tener los teléfonos y que deberán ser retirados por sus familiares.
Pero sólo se retirarán esos celulares donde esté instalado un sistema de telefonía pública. De igual manera resolvió que se instalen equipos de videollamadas para las emergencias familiares o el contacto de los detenidos con sus abogados.
