Luis RossiMendoza en foco

😡 La Mendoza que indigna: cuando hay cosas que se vuelven innecesarias pero se pagan con la nuestra

Se necesitan discusiones más serias sobre en qué invertir nuestros impuestos.

Hace unas semanas, el anuncio del Intendente electo de Rivadavia Ricardo Manzur, sobre la no realización del festival “Rivadavia le Canta al País” versión 2024 levantó voces a favor y voces en contra.

Manzur, a tono con la situación actual y en concordancia con el futuro que presagian los economistas para Argentina durante el próximo año, adelantó que no realizará el reconocido festival, ya que considera que tiene otras prioridades más importantes para la gente de Rivadavia que lo hacen desistir de la organización del tradicional evento.

Inmediatamente le salieron al cruce funcionarios de la Municipalidad de Rivadavia y hasta el mismo Intendente Miguel Ronco contradijo la idea de Ricardo Manzur, argumentando que el festival debe ser prioridad ya que es un evento instalado en el calendario de festivales a nivel país y que su paso por el Municipio había dejado los fondos suficientes para su realización.

Lo que nunca han blanqueado las autoridades del Municipio de Rivadavia es cuánto le cuesta al pueblo la organización de dicho evento y cuánto es el recupero para las arcas municipales. Hace tan solo unos años circuló una versión de que la Comuna había invertido alrededor de 50 millones de pesos y tuvo en esa oportunidad un recupero de apenas 25 millones, es decir, de tan solo el 50% de lo invertido.

El problema es que dichos eventos no se hacen a través de la tercerización a un empresario privado ni con dinero del bolsillo de los funcionarios, todo lo contrario, salen de los fondos del Municipio, lo que significa que tarde o temprano los pagamos todos.

Venimos de mal en peor con la economía en nuestro país, se presagian tiempos muy difíciles y ¿hay funcionarios que piensan en seguir “invirtiendo” dinero de las arcas públicas en eventos que se vuelven innecesarios en momentos de crisis como la que atravesamos actualmente?

Increíblemente, el ex Intendente Ronco tampoco se va a su casa a vivir de la actividad privada y a ponerle el hombro a la Argentina como lo hacemos todos los ciudadanos comunes, sino que logró un cargo en la Legislatura de Mendoza por cuatro años más. Pero seguramente agobiado por sus años de Intendente se fue a México a descansar por unos días, apenas tan solo a 5 días de asumir en la Legislatura, desde donde “participa” en sus obligaciones vía internet. ¿Ilegal? Seguramente que no ¿Ético? Convengamos que muy poco ya que sigue cobrando su dieta como legislador durante estos días. Uno de los tantos privilegios que siempre tienen algunos políticos cuando son ellos mismos los que se controlan.

No dudamos que estos eventos y festivales que se realizan a lo largo de toda la Provincia son importantes culturalmente, pero cuando la situación requiere austeridad se debe dar prioridades a las cosas con la mente en claro, lejos de superficiales discusiones políticas. Lo mismo sucede con la Fiesta Nacional de la Vendimia. Solo el ex gobernador Felipe LLaver tuvo esa visión durante su gobierno cuando Mendoza se vio afectada por un terremoto (1985) y entonces decidió no realizar la Fiesta de la Vendimia en esa oportunidad.

Hoy, cuando la gente pasa hambre, la producción no atraviesa por su mejor momento, cuando la economía desmejora día a día, la inflación es cada vez más alta, los recursos son cada vez más escasos y cuando hay grandes deficiencias en muchos de los organismos gubernamentales ¿se le sigue dando preferencia a la organización de este tipo de eventos? ¿Y si utilizamos esos fondos para aminorar en cierta medida las necesidades prioritarias de la gente? Claro, difícilmente se le haya ocurrido a alguien.

En realidad se habla mucho del populismo pero ¿cómo podríamos denominar a este tipo de acciones? Sobre todo cuando no se pagan con la de ellos, sino con la nuestra.

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