Finalmente, Rodolfo Suarez se va del gobierno sin pagarles a maestros y trabajadores de la salud la deuda del 2020, cuando no hubo ningún tipo de recomposición salarial pese a la pandemia y sus impactos en estos sectores específicamente.
El mandatario inició su último año de gestión dando indicios de que la deuda no sería saldada. Es más, desde mediados de 2022 el mandatario y su ministro de Hacienda, Víctor Fayad, hacen gala del “Modo Mendoza”, que no es más que la obtención de superávit fiscal a fuerza de ajuste salarial y subejecución de obra pública.
Médicos, enfermeros, auxiliares, personal de guardias, y todos aquellos que se mantuvieron al pie del cañón tuvieron una pérdida salarial de 36% y hasta de 40% en algunos casos, según calculó AMPROS, el gremio de los profesionales, debido a que Mendoza, junto a Chubut, fueron las únicas provincias que no aumentaron ni un peso en el salario de los estatales.
Por eso es que 2021, y buena parte de 2022, las bases salieron a las calles en protesta por los salarios de pobreza y por la consecuente migración de profesionales a otras provincias donde conseguían mejor paga y reconocimiento. En 2023 hubo algunas protestas y paros, y la migración de profesionales continuó sin prisa pero sin pausa.
El SUTE, por caso, se dedicó en 2023 a contar día por día el tiempo que le daban a Suarez para que devolviera el salario capturado a fuerza de ni aumentar nada en 2020. En paritaria, en cambio, acordaron con el Ejecutivo y, con la última firma, le garantizaron a Alfredo Cornejo un inicio de clases tranquilo.
Fuente: Explicito on line
