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Ascenso y (brutal) caída de Portezuelo del Viento: historia, política y negocios mendocinos

La represa trunca de la provincia encierra una historia que merece contarse.

Finalmente, se decretó que Portezuelo del Viento no se hará. La central hidroeléctrica iba a ser construída sobre el río Grande, el más caudaloso de la provincia, ubicado en el departamento de Malargüe.

El gobierno de Mendoza juraba que la obra marcaría un hito porque, además de generar 3.500 puestos de trabajo y priorizar la mano de obra local, estaría íntegramente en manos de la Provincia.

Una obra histórica (y política)

Portezuelo ya revoloteaba por la cabeza de puntuales referentes de la política desde los años 50. Pero se fue postergando por diversos motivos a lo largo de los años.

Recién en el año 2006 el entonces gobernador Julio Cobos lograría firmar un acuerdo con el ex presidente Néstor Kirchner para la construcción de la represa.

No era gratis: se le concedía esa obra a Mendoza en compensación por los perjuicios ocasionados por la ley de promoción industrial que beneficiaba a provincias vecinas de la región en detrimento de su economía.

Todo empezó cuando Mendoza le inició un juicio al Estado que, después de pasar por diferentes instancias, terminó en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cuerpo que falló a favor de los intereses mendocinos.

En ese marco, Kirchner decidió avanzar en un acuerdo pragmático con Cobos, entonces gobernador afín al kirchnerismo —meses más tarde se convertiría en el compañero de fórmula de Cristina Kirchner—, y a efectos de seguir el desarrollo del proyecto hidroeléctrico se creó el ya mencionado COIRCO, integrado por las cinco provincias y que tienen dos organismos internos: el Consejo de Gobernadores y el Comité Ejecutivo. El primero lo componen los cinco mandatarios provinciales y es el máximo órgano. El que toma las decisiones finales.

Acerca de Portezuelo en sí

La mega obra, que se encuentra a 20 kilómetros de la localidad de Las Loicas y a media hora de la ciudad cabecera del departamento del Sur, tendría capacidad para aportar al sistema eléctrico interconectado energía para 130 mil hogares más.

Planteada para cumplir con múltiples propósitos, permitiría proteger la cuenca media y superior del río Colorado de crecidas intempestivas, y aumentar la garantía de riego para agricultura y ganadería en el Sur de Mendoza.

Alrededor del dique iban a hacerse más obras relacionadas, como la relocalización del pueblo Las Loicas en la costa del lago, un nuevo tramo de la Ruta Nacional 145 y de la Ruta Provincial 226, la construcción de una sala de máquinas y el tendido eléctrico para conectar la presa con el sistema interconectado nacional.

Según el propio gobierno de Mendoza, el embalse permitiría recuperar la relación entre la superficie irrigada y la reserva de agua. Los estrictos estudios realizados concluyen que la cuenca debe tener una capacidad de embalse de 10.000 hectómetros cúbicos ( hm3) para aprovechar su potencial.

Las provincias de Neuquén, Río Negro, Buenos Aires y La Pampa, en el marco del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado, también podrían ver incrementadas sus hectáreas de riego. Actualmente, Buenos Aires puede regar 70.000 hectáreas con un caudal en óptimas condiciones, mientras que con la presa de Portezuelo ese número se duplicaría: “Permitiría un permiso de riego para 140.000 hectáreas de cultivo y hasta se podría llegar a 200.000, lo que casi equivale a la totalidad de hectáreas que hoy se riegan en la provincia de Mendoza”, según el propio Ejecutivo provincial.

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