Christian SanzMendoza en foco

📣 Se buscan referentes políticos que tengan ganas de terminar con la mafia en Mendoza

Una proclama en primera persona, que busca beneficiar a los mendocinos de bien. Una nota casi editorial.

Mendoza vive una completa irrealidad, una suerte de ficción de la cual pocos se animan a hablar. No es una situación nueva ni novedosa, de hecho, es algo que ocurre desde hace varias décadas.

Pretende ser una provincia republicana, donde todo funciona de mil maravillas. Pero nada que ver. Todo es caos y corrupción. Y es muy poco lo que funciona.

Los diversos gobernadores que se han sucedido en el cargo solo han sido “gerentes” de los verdaderos dueños de la provincia, tipos que manejan los grandes negocios, los medios de comunicación, la Justicia y demás resortes del poder.

Son personajes harto conocidos, que saben levantar el teléfono para dar rienda suelta a sus caprichos. Funcionarios de primera, segunda y tercera línea sucumben a sus pedidos. Siempre. Porque, como se dijo, son los dueños de Mendoza.

Son tipos voraces e insaciables, que tienen todo y quieren aún más. Ello en detrimento del mendocino de a pie, que se va empobreciendo más y más, en relación inversamente proporcional al enriquecimiento de los referidos “dueños”.

En lugar de combatirlos por sus fechorías, aquel que maneja el poder político de turno suele agachar su mansita cabeza. En el mejor de los casos, se asocia en pequeños porcentajes para quedarse con migajas de los grandes negocios.

El ciudadano mendocino lo presume. No tiene pruebas de ello, pero sabe que algo huele mal. Y ha decidido resignarse finalmente. Eso sí, cada vez concurre menos a votar, porque no les cree a los candidatos. A ninguno.

Todos juran que cambiarán Mendoza por completo, que mejorarán sus índices y profundizarán la matriz. Pero nadie lo hace. La provincia está cada vez peor.

Por eso estas líneas, que operan como una suerte de llamamiento a los políticos para que no se dejen vencer por la mafia local. Para que pierdan el usual miedo.

¿Qué es lo peor que pueden hacerles si les cortan los curros? ¿Denunciarlos en sus ostentosos portales informativos? La gente ya no les cree a esos tipos disfrazados de periodistas. Solo miren las redes sociales.

¿Quién será el político valiente que se anime en serio a hacer lo que hace falta? ¿Que no dude en poner los testículos sobre la mesa y se dedique a gobernar, no para esos tipos, sino para los mendocinos de bien?

Ya no se tolera más el status quo que solo beneficia a los dueños de Mendoza, que se quedan con el juego, los negocios inmobiliarios y la pauta oficial. Todo juntito.

Cuando los políticos hablan de “cambiar la matriz” de la provincia, deberían pensar en eso mismo. En sacar de cuajo a estos mafiosos. Urge.

Perdón por el énfasis pero, como dijo Joan Manuel Serrat, “entre esos tipos y yo hay algo personal”.

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