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Denunciaron penalmente a uno de los atacantes del stand LGBTIQ+ en la Feria del Libro de Mendoza

Carlos Daniel Crescitelli, fue denunciado penalmente por encabezar la patota que agredió al stand de la Asamblea de Trabajadores de la Literatura.

En las últimas horas, el abogado Alfredo Guevara pidió que se investiguen los graves hechos ocurridos el sábado pasado en el Auditorio Ángel Bustelo, durante el desarrollo de la Feria Internacional del libro.

En su escrito, el letrado describió: “Durante el desarrollo de la Feria del Libro, en el Auditorio Angel Bustelo de la Ciudad de Mendoza, un grupo de cuatro hombres encabezados por Carlos Daniel Crescitelli, quien sería martillero jubilado, con gritos y amenazas irrumpieron en contra de quienes se encontraban en el stand N° 15, donde se encontraban integrantes de la Asamblea de Trabajadorxs de la Literatura de Mendoza, amenazando con ‘quemar libros y el stand, vomitarlos, diciendo que el feminismo debía morir y expresaron disconformidad con el contenido político, sobre Educación Sexual Integral y disidencias de las publicaciones’, tal como se denunció públicamente”.

Para el abogado Guevara, “los hechos relatados se encuentran previstos en el artículo 161 del Código Penal, al impedir o estorbar la libre circulación de los libros expuestos, con el agravante del artículo 2 de la Ley 23.592, por tratarse de un crimen de odio y persecutorio”.

Como publicó este diario, el sábado pasado un grupo de personas atacó verbalmente y amenazó con dañar diversos libros y publicaciones, entre ellas algunas de la comunidad LGBTIQ+, expuestas en un stand en la Feria Internacional del Libro. “Cuando gane Milei esto se termina”, sostuvieron los atacantes.

En videos difundidos en las redes sociales se observa a cuatro hombres que ayer por la tarde atacaron el stand numero 15 de “Trabajadorxs de la Literatura” compartido por varias editoriales independientes, donde se exponen libros de diversas temáticas y también un revistero de la “Marcha del Orgullo Mendoza”.

En las imágenes difundidas, los hombres visiblemente alterados y a los gritos aseguraban que las publicaciones “atentaban contra las familias” y que los textos “promovían la prostitución infantil”, por lo que tuvo que intervenir personal de seguridad del lugar.

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